Las redes sociales pueden entenderse de distintas maneras, dependiendo de a quién se le pregunte o del uso que se les dé. Sin embargo, la forma más común de percibir su uso es considerarlo una actividad desligada del entorno laboral o limitada, incluso, al ámbito personal. El estudio elaborado por Young People´s Consumer Confidence (YPCC) relaciona los dos ámbitos y analiza el impacto de las redes sociales en la trayectoria profesional. A partir de la encuesta realizada a 6.000 personas de entre 16 y 34 años en seis países (Reino Unido, Estados Unidos, Nigeria, India, Brasil y China), revelado que uno de cada diez jóvenes, en alguna ocasión, ha sido rechazado para un trabajo por culpa de su perfil en las redes sociales.

Es frecuente que los responsables de Recursos Humanos utilicen las redes sociales como fuente de información del candidato. Lo que encuentran en ellas condiciona, en muchos casos, la contratación, ya que la mayoría de perfiles que aparecen en los medios sociales están creados para establecer contacto entre amigos y no para agradar a las posibles empresas que pudieran seleccionarlos. Las redes sociales, no obstante, también pueden servir para encontrar un empleo, pero gestionándolas de un modo adecuado afirma Carlos Martínez, Director de IMF Business School y asesor de empresas del IBEX 35.

Pese a que ellos mismos confirman que las informaciones o imágenes que publican en las redes pueden perjudicarles, un tercio de los encuestados afirma que no cambiaría su perfil. La mayor parte de los jóvenes que ha participado en el estudio cree que recibirá una mejor educación que la de sus padres y es optimista en relación a su futuro laboral. A pesar de esta previsión, se hace necesaria una mejor educación del uso y las consecuencias de los medios de comunicación social para evitar complicaciones a la hora de encontrar empleo.