El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora-Tamayo, admitió ayer la marcha de investigadores españoles de España por la falta de salidas profesionales aunque puntualizó que se trata de una «leyenda urbana exagerada».

Lora-Tamayo aseguró en declaraciones a RNE con motivo del 75º aniversario del CSIC que no considera «fuga de cerebros» que existan investigadores formados en el CSIC que trabajen fuera de España durante un tiempo siempre y cuando tengan «la posibilidad de volver». En su opinión, forma parte de «la movilidad» de la actividad investigadora, aunque reconoció que en los últimos tiempos «son más los graduados y doctores que no encuentran plaza para investigar». No obstante, preció que en los últimos tres años no más de una docena y media de investigadores del CSIC con plaza han decidido marcharse y en la mayoría de los casos «por un cheque con varias cifras».

El bioquímico e investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Mariano Barbacid, apuntó que, aunque es cierto que la marcha fuera forma parte de la formación, el problema «grave» es que «no pueden volver» y que el CSIC ha perdido el 20 % de sus investigadores y no hay plazas nuevas. Barbacid añadió que la investigación en España está en «un estado catatónico» y puntualizó: «Ni nos fugamos ni somos cerebros». Recordó se marchó de España en 1974, cuando las cosas estaban «todavía bastante peor que ahora».

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas celebró ayer 75 su cumpleaños en un acto presidido por los Reyes; don Felipe llamó a evitar «un lapso generacional» que llevaría al país a «un retraso difícil de remontar» y animó a los poderes públicos y empresas a impulsar la ciencia española.