Funcionarios del servicio de entierros de la ciudad de Kenema, en Sierra Leona, arrojaron ayer a la calle cadáveres de enfermos de ébola como protesta por el retraso del pago de los complementos salariales por tratar con enfermos del virus.

Un portavoz de los trabajadores de Kenema, que no quiso dar su nombre, dijo que no ha recibido la paga desde hace siete semanas. Las autoridades de Sierra Leona han admitido que el dinero no se ha enviado a los funcionarios, aunque anunciaron que todos los miembros del Equipo de Entierros de Ébola serán cesados.

«Exhibir los cadáveres de esta forma tan inhumana es inaceptable», dijo el portavoz del Centro de Respuesta Nacional al Ébola, Sidi Yahya Tunis. Tunis alegó que el Gobierno central había enviado el dinero al equipo sanitario del distrito. «Debería abrirse una investigación para saber dónde ha ido a parar el dinero», aseguró.

Los habitantes de Kenema afirmaron que al menos 15 cuerpos fueron arrojados a la calle, tres de ellos en la entrada del hospital, con lo que impedían al acceso al edificio. El jefe del Equipo de Respuesta al Ébola del distrito, Abdul Wahab Wan, aseguró que entre los cuerpos se encontraban los de dos bebés.

Los contagios del virus se han extendido en Sierra Leona, según afirmó el lunes el jefe de la misión especial de la ONU para el ébola. Los funcionarios de Sanidad han convocado varias huelgas en Liberia y en Sierra Leona por las peligrosas condiciones de trabajo. A principios de noviembre, el personal de un hospital de Bo, el único centro de tratamiento de ébola en el sur de Sierra Leona, abandonó sus puestos de trabajo en señal de protesta.