El rey Juan Carlos estaría «dispuesto» a someterse a las pertinentes pruebas de ADN para demostrar o no su paternidad ante la demanda aceptada por el Tribunal Supremo de la ciudadana Belga Ingrid Sartiau.

Según informa una publicación, que cita fuentes cercanas al Palacio de la Zarzuela, el rey emérito está «muy tranquilo ante el escándalo» y «parece no demostrar ningún tipo de inquietud». Tanto es así, que, según adelantan, estaría «dispuesto» a someterse a la prueba de paternidad, aunque la decisión no estaría del todo tomada.

Según esta publicación, el rey Juan Carlos niega los hechos, pero la prueba de ADN es necesaria porque, aún con las complicaciones mediáticas que tuviera a corto plazo, será siempre mejor que rehuir de esta y representar con ello un indicio en su contra. Además, desde la Corona confían en que la demanda de paternidad por parte de Sartiau contra don Juan Carlos sea finalmente archivada.

En busca de abogado

Para hacer frente a esta situación, el padre de Felipe VI comenzó ya a buscar un abogado de confianza. La Casa del Rey, que ahora dirige Felipe VI, firmó en septiembre pasado un convenio de colaboración con la Abogacía del Estado para que, por regla general, sea el servicio jurídico del Estado el que preste asesoramiento legal a la Casa o incluso represente a la institución en juicios en los que esta fuera parte.

Sin embargo, este convenio se circunscribe a cuestiones que tengan que ver con la institución, y no con asuntos particulares como el que afecta en esta ocasión al rey emérito. Esta labor de asesoramiento en cuestiones judiciales la desarrolló durante años el abogado José Manuel Romero Moreno, conde de Fontao. Su último contrato con la Casa del Rey finalizó el 31 de diciembre de 2014.