El amor de un perro permanece inalterable a pesar de las distancias y del tiempo, de aquí las frases "el mejor amigo del hombre" o "el animal más leal". Esta historia, la de Negrita, ocurrida en Argentina es un ejemplo de que el amor animal es inmenso y que no existe ni el daño ni el sufrimiento cuando la recompensa es estar con los seres queridos.

Un matrimonio mayor recogió en su día a 'Negrita' una perra que estaba a punto de dar a luz a sus cachorros. La familia la cuidó durante el proceso pero con toda la pena del mundo tuvo que darla en adopción ya que no podía hacerse cargo de ella. Eligió a unos conocidos para cuidar a su perrita.

Un buen día, los nuevos dueños se percataron que la perra se había escapado. Lo que nunca se podrían imaginar es que 'Negrita' recorriera todo el camino de vuelta, ni más ni menos que 161 kilómetros, para regresar a su hogar. La perra llegó con las patas llenas de llagas y deshidratada pero al ver a sus antiguos dueños debió de pensar que le había merecido la pena, ya que bebió un balde entero de agua y durmió durante 24 horas seguidas, según publica Minuto uno.