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Entrevista | Santi Ibarretxe

"Mis composiciones son políticamente incorrectas"

«Trato de ofrecer una música refrescante y creativa» , afirma el inventor del sonido Primital basado en las onomatopeyas

"Mis composiciones son políticamente incorrectas"

Una mezcla del espíritu de libertad de Buñuel y de la inocencia y la espontaneidad de Milikito es la esencia del sonido Primital creado por Santi Ibarretxe (Bilbao, 1964). El artista que busca en las onomatopeyas el alma del ritmo más vanguardista para componer todo tipo de melodías y hasta comedias a capela, insólitas en el encorsetado mundo de la música comercial. Ibarretxe triunfa y desconcierta ahora en Madrid con el surrealista enredo de El Experimento que quiere llevar a todos los rincones de España mientras le da mil vueltas en su inquieta cabeza al lanzamiento de un tercer disco Primital Trek, una nueva apuesta teatralizada de la música más descarada para escapar de la dictadura de los gustos imperantes.

Dígame, por favor, ¿qué es este nuevo estilo de música Primital que usted propone?

Es una forma de ofrecer música refrescante y creativa. En 2004 saqué el primer disco Primital y en 2009 Primital Bells para salir del aburrimiento que me provoca la música que suena en todas las emisoras de radio. Es una propuesta con un enfoque musical muy libre.

¿Aspira con Primital a entrar en el loco grupo de los artistas surrealistas?

No sé si se puede decir que hago música surrealista, lo que sí está claro es que mis composiciones son políticamente incorrectas. Es una música virtuosa basada en la voz y en las onomatopeyas.

No entiendo lo que quiere decir cuando dice que su música es una mezcla entre Buñuel y Milikito.

Pues que es una música espontánea y de la inocencia propia de Milikito y al mismo tiempo es revolucionaria y libre como Buñuel. Estoy fuera de las corrientes musicales imperantes. Eso es una suerte porque me hace sentirme bien pero es también una desgracia.

¿Por qué?

Al no haber nadie que sepa clasificarme, me pierdo la mayor parte de los festivales de música que se hacen en este país.

¿De qué vive entonces?

Primital no me aporta ingresos pero hago otro tipo de músicas como publicista, para el teatro y para el cine. Ahora saldré de gira con Víctor Manuel y Ana Belén para hacer voces y tocar la flauta, el saxo y los teclados. La verdad es que hago lo que quiero en esta sociedad tan alineada. Ya estoy imaginando cómo será el tercer disco que llamaré Primital Trek.

¿Habla de composiciones hechas de concatenaciones de sonidos musicales?

No hay regla fija en mis composiciones.

Así que realmente no lanza ningún mensaje racional?

No, porque creo que lo racional es solo una pequeña parte del ser humano. Me interesan más las emociones. Mi música no tiene letras, no te llega a la cabeza, pero sí a otras partes del cuerpo que quizás no sabías ni que tenías.

¿De qué forma pesa el jazz en sus composiciones?

Mucho. Soy un jazzista empedernido desde que tenía 10 años. Me encanta el ritmo del swing. También me gustan las músicas vanguardistas.

¿Actúa con una improvisación estudiada?

En mis composiciones no hay espacio para la improvisación aunque parezcan lienzos deslavazados. Todo está controlado, hasta la última nota.

¿De qué forma influye el folclore de Bermeo en su método de composición?

Mi padre era de Bermeo y quizás por esta razón influye en mí de forma genética y sin yo saberlo. La gente de Bermeo tiene una locura muy graciosa.

¿Qué aprendió en el Conservatorio Rítmico de Copenhague?

Todo lo que tiene que ver con la artesanía y la armonía de los instrumentos musicales. Fue otro paso en mi formación, aunque tengo muy claro que mi amor por la música es vocacional y que tuve la suerte de darme cuenta de ello muy pronto.

Y ahora se convierte en cobaya en «El Experimento», la segunda comedia musical de la historia.

Sí, somos un cuarteto a capela que se presta como cobayas humanas a un rarísimo experimento psico-intelectual realizado por una misteriosa empresa. La primera comedia musical que compuse fue Tutto per Gina en la que cuatro amigos se cantaban las bandas sonoras de sus vidas con un punto en común: los cuatro estaban enamorados de Gina Lollobrigida. ¿Sabe que la propia actriz se interesó por esta obra? Le hizo mucha gracia nuestra creatividad.

¿Qué nos dicen sus onomatopeyas musicales?

A veces nos dicen cosas porque nos recuerdan a una palabra pero lo que más me interesa de las onomatopeyas es su musicalidad y el ritmo que pueden llegar a adquirir cuando se suceden de forma inteligente unas con otras.

¿Cómo son sus colaboraciones con Carmen París, Hevia y Antonio Vega?

A Antonio Vega le hice algunos arreglos y su última grabación en vida fue en mi disco Primital Bells con la composición Conversations with my belly. De Hevia cogí la música de su gaita para ese mismo disco y Carmen París es una amiga con la que he salido más de un año de gira.

¿Hasta qué punto el público forma parte de sus actuaciones?

Por supuesto. Siempre les enseño algún estribillo antes de empezar la función y mi máximo interés es que la gente que venga a vernos se lo pase muy bien.

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