Los diseños de Carolina Herrera y el modisto Humberto León llevan tiempo en el armario de la primera dama de EE UU, Michelle Obama, pero desde ahora llegan también a otros rincones de la Casa Blanca como parte de la decoración navideña de la mansión presidencial.

Tanto Herrera como León, uno de los dos fundadores de la marca Kenzo, aportan su toque personal a una Casa Blanca adornada para la Navidad con 62 árboles, más de 70.000 ornamentos y una réplica completamente comestible de la mansión presidencial.

La habitación decorada por Herrera será uno de los grandes atractivos para los 68.000 visitantes que se prevé que recorran este año la Casa Blanca durante las fiestas de Navidad. Se trata de la conocida como China Room, una sala que alberga las colecciones de vajilla de la familia presidencial y que Herrera ha dotado de su elegancia clásica y de un olor a eucalipto fresco que se percibe nada más entrar.

León se ha encargado de la biblioteca, con un diseño que rinde homenaje a los más de 2.700 libros que alberga. Decenas de novelas, manuscritos y plumas se convierten en adornos navideños en los árboles de la habitación, coronados por ediciones clásicas de libros en lugar de por estrellas de Navidad.

En la Sala Azul se encuentra el principal árbol de Navidad, un abeto de cinco metros y medio, adornado con bolas rojas, blancas y azules, con una guirnalda de estrellas doradas y con un lazo del que cuelgan mensajes para los militares del país.