Al abandonar la exposición del Titanic (Titanic The Reconstruction), que estos días se puede visitar en el Museo Marítimo de Barcelona, en la que, durante hora y media, nos hace sentirnos como auténticos pasajeros del "buque de los sueños", sacamos, entre otras conclusiones, la lección que nos dieron sus supervivientes sobre los motivos que, la mayoría de ellos, estaban convencidos que provocaron tan elevado número de víctimas mortales ( 1.495 muertos y solo 712 supervivientes).

De sus declaraciones extraemos estos siete consejos que deben de tener muy en cuenta todas las personas que van a realizar un crucero.

Elegir un buque cuyos tripulantes hablen español. Todos los supervivientes del Titanic coinciden en señalar esta causa como la causa más importante que produjo el desconcierto y el nerviosismo en los momentos claves del "abandono de buque". Hay que recordar que en el Titanic viajaban pasajeros de 21 países y que, como la mayoría de las personas , en 1912, solo hablaban el idioma de su país y, por el contrario, los tripulantes del Titanic solo hablaban inglés, y eso produjo que la mayoría de pasajeros no entendieron las ordenes de los tripulantes.

Comprobar y probarse los chalecos salvavidas. Lo primero que hay que hacer, nada más llegar al camarote asignado, es comprobar que tienen chalecos salvavidas para todas las personas que se alojan, pero no solo comprobar que están, sino que es vital probárselos, sobre todo si viajan también niños. Hay que tener en cuenta que un chaleco salvavidas que no se ajuste bien al cuerpo puede resultar inútil. Si no hay los suficientes o no son de su talla, lo primero que se debe de hacer es reclamarlo ante cualquier tripulante.

Paseos camarote bote salvavidas. Es importante, desde el primer momento, conocer el número el bote salvavidas que tiene asignado. Una vez conocido, es recomendable que, cada día, sobre todo cuando está anocheciendo, dar un paseo, por el camino más corto, entre su camarote y su bote salvavidas. Cuando mejor conozcan ese camino, más rápido lo realizarán si es necesario abandonar el buque.

No perder de vista,nunca, a los niños. Aunque no es muy frecuente, y a veces resulta muy difícil, los niños no suelen caerse por la borda al mar, pero si es más frecuente de lo que parece, que nos niños sufran caídas y golpes, a veces mortales, si andan solos por el barco, ya que ni los pasillos, y sobre todo las escaleras, son tan seguras como las de casa.

Linterna. Es un objeto vital en caso de naufragio, sobre todo, naturalmente, si este se produce de noche y el interior del barco se encuentra a oscuras. Ahora existen linternas muy pequeñas, muy potentes, y solo valen 6 euros.

Signos, no letras. Este fue otro de los errores del Titanic. La señalética de "abandono de buque" estaba escrita solo en inglés, por lo que la mayoría de los pasajeros no la entendían. La Fundación Titanic, desde hace algunos años, recomienda a las navieras que construyan sus barcos con señalita de signos en lugar de letras. Así lo entenderán todos.

Móvil, siempre cargado. El móvil, una vez en el bote salvavidas, nos puede servir de mucha ayuda. Desde hacer de brújula, llamadas de socorro, localizar amigos o familiares que naveguen en el mismos barco, etc. La última de las supervivientes del Titanic, Millvina Dean, fallecida el 31 de marzo del 2009, nos confesó que fue una pena que, en 1912, no pudiesen gozar de esta pequeña, pero muy útil herramienta.

Es verdad que, por fortuna, los cruceros actuales nada tienen que ver con los de hace 100 años. Es verdad que "nunca pasa nada"?.hasta que pasa¡¡, y si no, que se lo pregunten a los supervivientes del Costa Concordia.