Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, más de 400.000 personas mueren prematuramente cada año en la Unión Europea por la mala calidad del aire de las ciudades y varios millones padecen enfermedades respiratorias y cardiovasculares provocadas por la contaminación.

La calidad del aire de cada municipio, aunque depende exclusivamente de dicho municipio, se ve perjudicada principalmente por tres motivos: el transporte, la calefacción doméstica y los procesos industriales peri-urbanos. Por lo que mejorar la calidad del aire urbano sólo será posible, según los expertos, a través de tres vectores: disminución de las emisiones de CO de todas las energías convencionales, la reducción drástica de SOx y NOx, origen del smog urbano; y una reducción de emisiones de partículas sólidas PM10, dañinas para la salud.

El gas natural es la fuente de energía más limpia, menos contaminante y con menor contenido en carbono de todos los combustibles fósiles, por lo que toma una especial importancia para la reducción de las emisiones de agentes contaminantes y para la mejora de la calidad del aire. En comparación con otros combustibles, el gas natural reduce considerablemente las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y casi completamente las emisiones de partículas en suspensión y dióxido de azufre (SOx), principales causantes de problemas de salud respiratorios.

Comprometidos con el medio ambiente, una alternativa para la movilidad sostenible

Aunque la mayoría de la población relaciona el gas natural con el agua caliente o la cocción, la versatilidad de esta energía hace que sus aplicaciones sean muy diferentes y dispares. De hecho, la implantación del gas natural en el medio urbano ha contribuido a mejorar la calidad del aire de pueblos y ciudades.

Otro de los usos más desconocidos del gas natural, pero con mayor recorrido y de gran implantación en otros países es el vehicular. El gas natural vehicular es una alternativa real que está permitiendo mejorar la calidad del aire de las ciudades ya que, comparado con un coche de gasolina o diésel, reduce en más de un 85% las emisiones de óxidos de nitrógeno y en casi el 100% las partículas en suspensión, principal causa de problemas respiratorios en niños y ancianos en entornos urbanos derivados de la contaminación urbana.

Pero más allá de las ventajas medioambientales, el gas natural es un combustible muy competitivo desde el punto de vista económico. El coste por kilómetro de un vehículo a gas es un 30% menor que con gasóleo y un 50% menor que el de gasolina. Repostando 20€ en el depósito de un coche a gas podrían recorrerse 555 kilómetros, casi el doble que con un coche de gasolina y un 30% más que con uno de gasóleo.

Moverse por la ciudad con rapidez y eficiencia pero respetando al máximo el medio ambiente es uno de los objetivos básicos que definen la filosofía de la compañía. En la práctica, este compromiso con el medio ambiente y el bienestar de las personas se traduce en la apuesta por la investigación y el desarrollo de proyectos de energías limpias y renovables, el impulso de la implementación de una flota de vehículos ecológicamente sostenibles o la financiación para la transformación de vehículos a particulares.

Incrementar el uso del gas natural en sustitución de otras fuentes de energía constituye un factor de mejora en la descarbonización progresiva de nuestra sociedad, al mismo tiempo que nos ayuda a mantener y mejorar la calidad del aire que nos rodea, todo ello de un modo rentable y económico.

Gas Natural Cegas en la Comunidad Valenciana

La Gas Natural Cegas, distribuidora de gas natural de GAS NATURAL FENOSA en la Comunidad Valenciana, cuenta con cerca de 665.570 puntos de suministro y una red de distribución que supera los 8.660 kilómetros. La compañía suministra gas natural a 205 municipios de la Comunidad y cuenta con una cobertura del 87% de la población.

En 2016 se vehicularon un total de 28.000 GW de gas natural por las redes de Gas Natural Cegas de la Comunidad Valenciana. Esta fuente de energía está presente en los principales sectores industriales maduros de la Comunidad Valenciana, como el cerámico, hostelero, vidrio, juguete, educación o sanitario, entre otros.