El Shenandoah of Sark es un precioso velero con nada menos que 116 años de navegación, con una extensa e intensa historia llena de vicisitudes y con diferentes propietarios. Aunque sea de manera resumida, es una historia que vale la pena ser contada.
Se trata de una de las pocas naves que, a pesar del paso de los años, prácticamente conserva la misma imagen. Sus diferentes propietarios de nacionalidades diferentes, la han hecho navegar por todos los mares del mundo, incluido el Amazonas y la Antártida, habiendo recibido a bordo diferentes personalidades, que siempre han quedado prendadas de su belleza.
El barco fue un encargo de Harrys Charles Fahnestock, un rico banquero que quería un barco para el disfrute de su próxima jubilación, pero que a su vez fuera admirado por todo aquel que lo observase. El astillero constructor fue Townsend-Downey Shipbuilding Company en Shooters Island, cerca de New York; su diseño fue obra de Theodore Ernest Ferris, famoso arquitecto naval de la época que, años después, sería el responsable del diseño de los ferris utilizados por la Emergency Fleet Corporation, durante la primera guerra mundial. El casco era de acero y las superestructuras de madera. El famoso Meteor III del Kaiser Wilhelm II se construía también en ese momento en el mismo astillero.
Fahnestock disfrutó durante unos cuantos años de su yate, hasta que fue vendido al aristócrata alemán Landrat Walter Von Bruining, que lo renombró Lasca II. Al estallar la primera guerra mundial, estando en aguas inglesas, fue requisado por los británicos. Después de la guerra tuvo varios dueños, recuperando inicialmente el nombre de Shenandoah, hasta que lo adquirió el príncipe italiano Lodovico Spada Veralli Potenzi, que llegó a ser gobernador de Roma y que lo renombró Atlantide.
A principios de los años 30 pasó a manos del danés Count Viggo Jarl, que le instaló dos nuevos motores diésel, logrando pasar la segunda guerra mundial inadvertido. Finalmente, Jarl se tuvo que deshacer de la nave.
Tras diversos cambios de dueño, se hizo con él en 1970 Marcel Bich, un inventor e industrial multimillonario cofundador de la empresa Bic, fabricante del famoso bolígrafo. Lo primero que hizo fue recuperar el nombre original de Shenandoah y el barco fue totalmente restaurado.
El siguiente dueño, en 1986, fue el industrial Philip Bommer, que también le realizó otra costosa renovación. Posteriormente y con el paso del tiempo, ha cambiado de dueño varias veces más, y ha vuelto a ser restaurado y actualizado en Nueva Zelanda. Su nombre actual es Shenandoah of Sark.
Las características principales del Shenandoah of Sark son: 54,35 metros de eslora; 32,63 metros de eslora en la línea de flotación; 8,23 metros de manga; tiene 178 toneladas de registro; y sus dos motores diésel le imprimen una velocidad máxima de 13,5 nudos y una velocidad de crucero de 9,5 nudos. Puede llevar diez invitados, con una tripulación compuesta por doce miembros.
Es un barco muy conocido en nuestras aguas, donde pasa largas temporadas. Sobre todo en verano es posible verlo fondeado, pudiéndose admirar su extraordinaria belleza, en diferentes puntos de la isla.
