Era una de las ofertas estrella del pasado Black Friday, el 23 de noviembre, ese día del consumo sin fin que se ha instalado en nuestra sociedad. Concretamente, una videoconsola de la marca Xbox One X con uno de los juegos más buscados y a un precio inigualable: 199 euros, lo era tanto que se ofertaba por una cantidad errónea, la mitad de la que debía haber figurado, que debía haber sido prácticamente el doble: 399 euros (la máquina en estos días se está distribuyendo por 430 euros y aquel precio hubiera supuesto una rebaja de un 10%, aproximadamente).

La empresa que lo anunció a través de internet a nivel nacional y a través de su cadena de tiendas se dio cuenta de que algo iba mal cuando ese mismo día vio a qué velocidad se estaba agotando, pero ya era demasiado tarde. De hecho, algo más de un millar de jóvenes habían pagado a través de internet y muchos se dirigían ya a las tiendas a recoger su pedido.

La rocambolesca historia ha acabado en los tribunales pues al menos uno de ellos, un ilicitano, ha presentado una demanda en los juzgados de Elche. La organización en defensa del consumidor Facua también ha recibido numerosas quejas que está tramitando y anima a los afectados a reclamar lo que es suyo: la videoconsola que compraron en el Black Friday a un precio tan inigualable que era imposible.

Webs

El error en la edición de los precios, principalmente de productos que se venden en internet, es algo tan habitual que existen páginas web que viven de este suculento negocio y que han proliferado como champiñones, principalmente las relacionadas con viajes: vuelos, hoteles... De hecho, la empresa, cuando se dio cuenta del error intentó convencer a los compradores de que había sido un «error humano» (textual) y que, consecuentemente con ello, iba a hacer dos cosas. La primera era que los primeros 320 que habían ido a sus tiendas a recoger la máquina se la podían llevar pues este era el stock que el proveedor tenía en España pero no tenía más.

De hecho, hizo difundir, según la documentación a la que ha tenido acceso este diario, un mensaje en el que aseguraba que se trataba de una oferta «flash» no propia del «Black Friday»; es decir, que tenía un número limitado de consolas para servir y sólo los más rápidos en comprar e ir a recogerla tendrían acceso a ella. Así, colgó un mensaje al respecto en redes sociales viendo en esa misma jornada lo que se le avecinaba: «Hemos tenido una bajada de precio puntual de la Xbox One X 1TB + Shadow of the Tomb Raider y sólo lo más rápidos han podido hacerse con ella Keep calm, continúa dentro de nuestra oferta de #BlackFriday2018», decía.

Vamos, asumía una pérdida de 200 euros entre el precio al que había que venderla y el que había puesto en la oferta pero, ¿qué iba a hacer con el resto de afectados? Pues devolverle amablemente su dinero a través de internet con una disculpa. Y así también lo hizo saber en otro post: «Hemos recibido multitud de compras simultaneas que han generado una falta de stock de este producto. Lamentándolo mucho, algunos de ellos han tenido que ser cancelados. Recibiréis el abono en los próximos días. Sentimos las molestias ocasionadas». El problema era que ese «algunos de ellos» eran realmente mayoría: más de 700 compradores.

Voluntariedad

La multinacional ha llegado a reconocer, en otro escrito, que dicha decisión también fue errónea pero esta, evidentemente, tenía voluntariedad, no como la primera porque intentó hacer creer que ese día había lanzado una oferta distinta -denominada en el argot como «flash»- cuando los consumidores se encontraban en pleno disfrute consumista del Black Friday, donde no existen limitaciones si no están perfectamente estipuladas en la misma oferta.

Al diario le consta las devoluciones en las cuentas corrientes de cada uno de esos compradores y las disculpas. Ahora bien, aquí no acaba este asunto. Nuestro ilicitano considera que el contrato estaba más que perfeccionado con la aceptación de su dinero por la empresa, que no es culpa suya si el precio fue erróneo y, además, la empresa carece de videoconsolas suficientes para atender todos los pedidos de aquel día. Por este motivo, en la demanda ha solicitado que el juzgado le dé un número de cuenta para consignar la entrega de nuevo del dinero porque él, lo que quiere, es su videoconsola.