El darwinismo avanza a pasos agigantados. Pocos pueden evitar pensar algo así con ironía tras conocer la historia de un hombre de 33 años que ha sido hospitalizado en Irlanda después de inyectarse su propio semen por vía intravenosa en el brazo con el surrealista objetivo de mitigar sus dolores crónicos de espalda.

Así da cuenta el Irish Medical Journal, que hizo un estudio del caso y ha dado detalles de lo ocurrido. Según parece, el hombre solicitó ayuda médica por un "dolor lumbar severo y repentino" después de haber tratado, supuestamente, de "levantar un objeto de acero pesado tres días antes".

Los doctores que le examinaron se percataron de que algo extraño ocurría en el brazo del paciente, pues estaba rojo y exageradamente hinchado. Fue entonces cuando el paciente acabó confesando que su remedio casero para el dolor de espalda era inyectarse su propio semen en el brazo al menos una vez al mes.

Año y medio llevaba siguiendo tal práctica, nada menos. No queda ahí la cosa: la aguja que usaba la compró por internet y no cumplía con las medidas de higiene reglamentarias.

Las radiografías de la zona afectada revelaron un enfisema subcutáneo. Este problema se debe a la penetración de aire en los tejidos subcutáneos. El paciente tuvo que ser intervenido tras haberse inyectado en esta ocasión tres dosis de semen.

Los médicos no se explican de dónde sacó la idea y sostienen que este caso ejemplifica los riesgos que conlleva "la experimentación médica antes de realizarse una investigación clínica extensiva".