Un pequeño caracol marino de apenas 3 milímetros descubierto en La Palma -una nueva especie para la ciencia del género "Gibberula"- ha sido bautizado como 'Metoo' porque, al ser conservado en alcohol, su color gira al violeta, símbolo de la lucha por la igualdad de género.

El animal fue hallado en diciembre de 2018 en las cuevas submarinas del Infierno, en la isla canaria de La Palma, por los investigadores Jesús Ángel Ortea, de la Universidad de Oviedo, y por Leopoldo Moro, del Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Canarias.

Precisamente ambos indican en una entrevista a EFE que esta nueva especie para la ciencia pertenece al género "Gibberula", derivado del latín "gibber" que significa encorvado, ajustado al perfil curvado de las conchas, un perfil femenino.

Los investigadores recolectaron tres ejemplares que han sido depositados en el Museo de la Naturaleza y Arqueología de Santa Cruz de Tenerife y en los ejemplares secos y con el animal dentro de la concha, la superficie es opaca, estriada y con una tonalidad rosada, que es más acentuada cuando el animal está conservado en alcohol porque el manto adquiere una coloración púrpura.

Denominaciones dedicadas a mujeres

En los animales vivos, la última vuelta es de color castaño, casi uniforme y poco transparente, aunque se pueden distinguir tres bandas claras que desaparecen cuando secan o se conservan en alcohol.

Al fijarlos en alcohol, el cuerpo de algunos ejemplares se vuelve de color púrpura y por ello los investigadores decidieron bautizar la nueva especie con la palabra 'metoo', el grito de denuncia de la impunidad de los actos contra la dignidad de las mujeres y por su color violeta púrpura, el de la lucha por la igualdad.

Los investigadores han publicado el hallazgo en la revista científica "Avicennia, revista de Biodiversidad tropical" un artículo titulado "Nuevos datos sobre Gibberula epigrus en las islas Canarias (Gastropoda: Cysticidae)".

El caracol "Gibberula metoo" es el último en recibir una denominación relacionada con la lucha por la igualdad en las especies que han dedicado ambos biólogos marinos a mujeres, entre ellas a las 21 ganadoras del premio Príncipe de Asturias y que fueron colectadas en la caribeña isla de Guadalupe, y las dedicadas en 2017 a las Reinas de los Carnavales de Gran Canaria y Tenerife.