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Vámonos de viaje

Madrid: De las historias de palacio al arte de Tabacalera

La capital de España acoge decenas de obras arquitectónicas en las que conocer algo más del recorrido artístico desde los albores de la ciudad a hoy en día

Palacio Real de Madrid. SHUTTERSTOCK

Madrid nunca defrauda. La capital de España es un reducto de lugares por descubrir y rutas por conocer. Música, arte, arquitectura, gastronomía... son decenas las actividades a realizar durante cualquier escapada de fin de semana. La historia delata a la villa, sobre todo a través de sus calles. A pocos se les ocurre pasear por la mítica Gran Vía y echar un ojo hacia arriba, hacia los tejados, algo que puede ser una experiencia realmente interesante. Esculturas, arte y curiosidades copan los edificios que, impasibles ante el ajetreo típico de una gran superficie, se mantienen a la espera de ávidos ojos ansiosos de conocimiento.

Pero para hacer un recorrido algo ordenado por Madrid lo mejor es empezar por el Palacio Real. Más allá de su evidencia, ya que puede que sea uno de los más impresionantes de Europa, tanto por fuera como por dentro, el edificio guarda historias y curiosidades para todos los gustos.

El Palacio cuenta con 3.000 estancias y actualmente una parte está abierta al público, donde se puede conocer la farmacia de la época, el salón del trono o la sala de armas. Consta de 50.000 metros cuadrados, 870 ventanas, 240 balcones y 44 escaleras. El palacio es el mayor de toda Europa Occidental y ocupa una extensión de 135.000 metros cuadrados.

Construido entre 1738 y 1764, su antecedente directo fue el Real Alcázar. Con la llegada de Felipe V al trono consideró que era demasiado austero para ser un palacio que acogiera la residencia del rey, por lo que decidió comenzar con la construcción del actual, inspirado en la arquitectura francesa de la época. El incendio parcial del Alcázar en la Nochebuena de 1734 fue una buena excusa para demolerlo casi por completo.

PALACIO REAL

Horario: 10.00 - 20.00

Precio: 13 euros adultos, 7 euros menores, jubilados y estudiantes

La visita incluye las estancias de palacio, la real farmacia y la exposición de armas

Aunque lo cierto es que las leyendas en torno a la edificación son muchas. La más divertida es la del famoso fantasma violador. En alguno de los 'free tour' que se pueden realizar por la ciudad, como el de los misterios que se realiza por la noche, cuentan cómo durante varios años se prohibió a las jóvenes cortesana vírgenes salir por la noche a pasear porque aparecían embarazadas. Muchas de ellas contaban que en los jardines de Sabatini un súcubo las seducía para dejarlas en cinta. La paranoia tomó las mentes de maridos y caballeros, lo que se supo más tarde fue que todo era una estratagema para que estas doncellas excusaran sus infidelidades.

Pasando Ópera, la Puerta del Sol y dejando atrás Callao y sus imponentes y famosos cines, solo basta echar un vistazo al cielo para darse cuenta de que los edificios de Gran Vía tienen algunas curiosidades a destacar. En el año 2017, la escultora Natividad Sánchez, con un grupo de artistas, se convertía en la primera mujer en elaborar una escultura para la céntrica calle de la capital. Su obra: 'Diana Cazadora'. Todo un icono del feminismo más artístico.

La escultura Diana Cazadora./ SHUTTERSTOCK

Con 900 kilos de peso, representa a la diosa Diana en un momento de caza, acompañada de cinco perros. Y su arco apunta directamente al fénix que se encuentra al otro lado de la calle. Merece la pena echar un vistazo y deleitarse con los detalles de la dorada obra que se aposenta sobre el tejado del número 31 y que en días de sol puede que sea la más destacada de la zona. Los modelos para este grupo escultórico fueron un perro braco americano llamado Checo y una de las hijas de Sánchez, que prestó su rostro a la diosa de la caza madrileña.

Vanguardia

Dejando la Gran vía a la derecha y adentrándose en el famoso barrio de Chueca, cargado de garitos de tapas, como El Tigre, y de pubs donde divertirse con nocturnidad, nos encontramos con la Casa de las Siete Chimeneas, en la plaza del Rey esquina a la calle de las Infantas.

Chueca está muy ligado al arte vanguardista. Hay galerías como YellowKorner (Belén, 2), especializada en las últimas tendencias en fotografía; Juana de Aizpuru (Barquillo, 44), que ha acogido nombres imprescindibles de la fotografía o Begoña Malone (Pelayo, 50) y Mad is Mad (Pelayo, 48), donde se pueden comprar objetos curiosos y creativos.

SHUTTERSTOCK

Este edificio existe antes de 1570. Aunque hay huecos documentales en su historia, se dice que la obra es de Juan Bautista de Toledo y Antonio Sillero, y ampliada por Juan de Herrera. También se cuenta que era propiedad de un montero de Felipe II. En la década de 1980 fue sede del Banco Urquijo e inmediatamente después pasó a serlo de la Secretaría de Estado de Cultura. Según los expertos en arte de Madrid, el interior del edificio es digno de ver. Se puede entrar gratis en su horario de apertura al público, de 9.00 a 16.00 horas, de lunes a viernes. En su tejado, las siete chimeneas que dan nombre a la edificación y entre las que los más misteriosos cuentan que vaga el fantasma de una amante de Felipe V, que accedía al edificio a verla desde el Palacio Real por los túneles que hay en el subsuelo de la ciudad. Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1948.

Arte en las paredes de Tabacalera.

La entrada al centro cultural.

Una de las estancias.

Así era en su origen.

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Tabacalera estuvo 10 años abandonada y ahora es un espacio para el arte más vanguardista y que se lleva a través de la autogestión

Otro de los barrios más de moda y más vanguardista de Madrid es Lavapiés. En la calle Embajadores, la antigua Fábrica de Tabacos, ahora Tabacalera, se ha convertido en un centro cultura en el que el arte se plasma por todas las esquinas. Ahora de titularidad pública, por sus características, es patrimonio histórico, catalogado como Bien de Interés Cultural. La Fábrica de Tabacos de Madrid se desocupó definitivamente en el año 2000, justo después de la privatización de La Tabacalera/Altadis. El edificio quedó abandonado durante diez años de progresivo deterioro y nulo mantenimiento, en los que hubo intermitentes luchas por abrir el edificio a un barrio escaso de espacios públicos. En noviembre de 2007, el Consejo de Ministros aprobó un acuerdo por el que se creaba el Centro Nacional de Artes Visuales (CNAV), cuya sede se situaría en la Tabacalera. Finalmente se cedió a la asociación cultural La Tabacalera de Lavapiés.

Exposiciones, talleres, actividades y cultura urbana se unen en un edificio que ha vuelto a poner Lavapiés en el candelero y que se ha conformado como santo y seña de la vanguardia y donde todo es gestionado con asambleas.

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Málaga

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