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Psicología

El 'phubbing' o cómo el móvil afecta a nuestras relaciones sociales

La adicción al teléfono móvil y a las nuevas tecnologías es "la heroína del siglo XXI", advierte el psicólogo Mar Masip, al frente del programa Desconect@

Los teléfonos móviles han transformado nuestra forma de relacionarnos con los demás. Una de las mayores paradojas que protagoniza la sociedad es que mientras tenemos en nuestras manos una herramienta para conectarnos con el mundo dejamos de lado la comunicación con nuestro entorno más cercano.

Tal es así que cada vez son más las personas que aun estando en compañía de sus parejas, amigos o familiares, no despegan la vista de su teléfono móvil, 'whatsappeando' frenéticamente, consultando el correo electrónico o pendientes de los 'me gusta' de la foto que acaban de subir a Instagram.

¿Qué es el 'phubbing'? Traducido al castellano como 'ningufoneo', el 'phubbing' da nombre a uno de los nuevos comportamientos derivados de la adicción a las nuevas tecnologías. Este término, acuñado en 2012, surge de la combinación de las palabras phone (teléfono) y 'snubbing' (hacer un desprecio) y se emplea para referirse a quienes en una reunión social prestan más atención a su móvil que a lo que ocurre a su alrededor.

Los móviles y tablets se han convertido para las familias es un obstáculo para comunicarse.Shutterstock

El 'phubbing' se suma a otras actitudes tan habituales en nuestro día a día que ya tienen nombre propio, como la nomofobia -miedo irracional a no llevar el teléfono encima-, o el phomo -acrónimo de 'fear of missing out' ('miedo a perderse algo'), una expresión que describe una nueva forma de ansiedad provocada por la necesidad compulsiva de estar conectados para no perdernos nada en las redes sociales.

Las alarmas del uso del teléfono móvil:

77%de los españoles sufre nomofobia

66%duerme con el teléfono encendido

75%utiliza el móvil cuando está con sus amigos o familia

97%cree que se abusa del móvil

Datos del Instituto Desconect@. Pero, ¿cómo podemos saber si sufrimos una adicción al móvil? ¿Qué nos debe hacer saltar las alarmas? Según Marc Masip, psicólogo y experto en adicción a las nuevas tecnologías, para hablar de adicción deben confluir tres factores: "la aparición del síndrome de abstinencia -popularmente conocido como mono- al tener ganas de consumir; que su uso nos impida realizar otras actividades, como hacer deporte, quedar con amigos o incluso estudiar, trabajar o dormir; y por último, ser consciente de que tienes una conducta adictiva que te perjudica pero no ser capaz de cambiarla".

Menor rendimiento académico o laboral

La adicción al móvil y a las nuevas tecnologías es "la heroína del siglo XXI", advierte este experto. Una de las señales que debe hacernos saltar las alarmas es "que tu entorno te diga que estás enganchado" o bien "que tu rendimiento académico o laboral disminuya", ya que "una adicción nos afecta en nuestra vida laboral, personal o en el día a día", indica Masip, al frente de Desconect@.

Este programa psicoeducativo, puesto en marcha en 2012, tiene como objetivo que los adolescentes aprendan a hacer un uso adecuado del teléfono móvil, las redes sociales y los videojuegos tomando conciencia de las ventajas, inconvenientes y riesgos para evitar que normalicen conductas nocivas. "Si no cambiamos los valores relacionados a las nuevas tecnologías, las nuevas generaciones criarán así a sus hijos. Preveo una sociedad ultra conectada, sin capacidad para relacionarse en el cara a cara, y por lo tanto, altamente cobarde", advierte.

"La adicción viene de un factor único para cada persona y puede ser falta de autoestima, aislamiento, problemas familiares, etc."

Marc Masip - Psicólogo del instituto Desconect@

Por ello, es preciso acudir a un psicólogo para que nos ayude a tratar el origen de la adicción, puesto que estar "enganchado" al móvil o a las redes sociales es sólo el síntoma de un problema latente. "Cuando trabajamos con un paciente debemos ser conscientes de que hay algo que hace que tenga una conducta disruptiva y por tanto sufra consecuencias negativas. La adicción viene de un factor único para cada persona y puede ser falta de autoestima, aislamiento, problemas familiares, etc.", explica.

El consejo del experto:

Establecer límites en el trabajo

Uno de los motivos más frecuentes de adicción al móvil es la exigencia de estar permanentemente conectados y disponibles a cualquier hora del día o de la noche. Para evitar que nos "molesten" fuera de nuestro horario laboral o incluso durante las vacaciones, Marc Masip, psicólogo experto en adicción a las nuevas tecnologías, subraya que "la conexión que uno tiene debe marcarla él mismo. Si no cambiamos esta visión de deber estar conectados, mal iremos".

Consecuencias

Como cualquier otra adicción, ésta también afecta a la vida familiar, social y laboral de quien la sufre. A la merma del rendimiento a nivel laboral o académico a causa de la continua distracción y la falta de concentración que genera el uso abusivo del móvil, se suman los problemas derivados del "aislamiento social, sobre todo en adolescentes, y la falta de educación y respeto constante entre adultos" llegando a provocar conflictos familiares o en el entorno, subraya Masip.

El 'phubbing' tiene consecuencias para nuestra salud, tanto física como psicológicamente, provocando problemas musculares, estrés, ansiedad, depresión, frustración, baja autoestima, acceso a otras adicciones, dificultad para relacionarnos, etc.

"La adicción al móvil tiene mucha similitud a la adicción a las sustancias", asegura Masip, que señala que "aunque es una adicción sin sustancia, sus efectos son muy parecidos a los de las drogas o el alcohol". Ante la falta de concienciación y educación sobre el uso del teléfono móvil y en general de las nuevas tecnologías, subraya la necesidad de establecer "leyes que regulen el buen uso, igual que con el tabaco, además de crear una asignatura en las escuelas y dar pautas a madres y padres para educar en este ámbito".

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