Muchas personas deciden compartir su día a día, sus preocupaciones, alegrías, tristezas€ con un compañero de vida que sea un pilar en el que sostenerse. En las relaciones de este tipo, suele ser indispensable la complicidad y la confianza entre ambos para conseguir formar un equipo que beneficie a los dos.

Sin embargo, muchas veces la confianza no es la que debiera y en la pareja surgen dudas. De hecho, el engaño es uno de los principales motivos de ruptura. Y es que, casi la mitad de las personas serían capaces de romper su relación si descubren una infidelidad. Por ello, algunos individuos tratan de identificar si su pareja tiene una aventura con una tercera persona.

Una investigación de la Universidad Estatal de Florida recoge diferentes formas para enterarnos de que nuestra pareja está siendo infiel. Para ello, el equipo de investigadores analizó durante más de tres años la conducta de 233 parejas recientemente casadas.

Las conclusiones obtenidas por el estudio publicado en la revista 'Journal of Personality and Social Psychology' evidenciaron que los participantes que apartaban la vista y su atención más rápidamente de una persona atractiva eran menos propensos a cometer una infidelidad. Los sujetos que miraron hacia otro lado en unos pocos milisegundos poseían un 50% menos de probabilidades de tener relaciones con personas fuera de la pareja.

En cambio, quienes aguantaban más la mirada tenían más posibilidades de engañar a su pareja, por lo que era más probable que su matrimonio terminara en fracaso.

Otro de los aspectos en los que se adentró el experimento era la tendencia a devaluar el atractivo de terceras personas. Los hombres y mujeres que devaluaban el atractivo físico de otras personas también eran menos propensas a cometer una infidelidad.

Uno de los datos que puede sorprender es que los individuos satisfechos con las relaciones sexuales en su pareja, tienen más posibilidades de propiciar un engaño sexual. Ésto consideran los investigadores que puede deberse a que estas personas se sienten más seguras respecto al sexo y lo buscan fuera de su relación. Por otro lado, las mujeres que eran vistas como menos atractivas, tenían más probabilidades de propiciar una infidelidad.

Tal y como considera el equipo que desarrolló el estudio, estos resultados podrían servir a los profesionales de la salud mental para ayudar a las personas a mantener sano y salvo su matrimonio, sin aventuras que puedan estropearlo.

Puede ocurrir también que la persona que esté inmersa en una infidelidad, trate de disimular su comportamiento, reduciendo el tiempo que mira a otras personas atractivas o se nieguen a hablar bien del físico de terceros.

Pese a que podemos fijarnos en estos aspectos anteriormente mencionados en busca de pistas, lo más aconsejable suele ser hablar con nuestra pareja y exponer nuestras dudas y motivos. Tratar de fortalecer la confianza puede ser un buen remedio para conocer si nuestra pareja es infiel. Desde luego, no es aconsejable invadir su intimidad ni realizar acciones que atenten contra su espacio.