El insomnio es un problema que afecta a millones de personas. De hecho, al menos un 10% de la población española sufre algún trastorno de sueño crónico y grave, según un estudio de la Sociedad Española de Neurología.

Pero el descanso es algo imprescindible en nuestra salud física y mental. Dormir poco o mal tiene sus consecuencias y, aunque en un principio se traducen en irritabilidad o estrés, a la larga los problemas del sueño pueden afectar a la capacidad de memoria, de concentración y provocar problemas gastrointestinales o de ansiedad.

Los problemas personales, el estrés o las preocupaciones son algunos de los motivos por los que se suele dormir mal, pero no los únicos. Está demostrado que el uso excesivo de las nuevas tecnologías incide de forma negativa en el descanso.

La luz azul que emiten los 'smartphones' reduce la secreción de melatonina, la hormona del sueño, según confirmó un estudio de la Universidad de Houson (2017). Además, el uso de estos aparatos tecnológicos a la hora de dormir se asocia con dolores de cabeza, estrés visual, irritación y fatiga ocular.

Pero ahora una investigación publicada este junio en la revista JAMA Internal Medicine de la Asociación Médica Estadounidense va un paso más allá. De acuerdo a este estudio, dormir con la luz o la televisión encendida se asocia con un mayor riesgo de obesidad y aumento de peso entre las mujeres.

El estudio liderado por Dale Sandler, investigadora del National Institute of Environmental Health Sciences (El Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de Estados Unidos), utilizó como referencia los hábitos de sueño de 43.722 mujeres durante quince meses.

Los resultados demostraron que las mujeres que dormían con algún tipo de luz encendida en la habitación ganaron una media de 5 kilos más que las que no lo hicieron. Esto sugiere que la exposición a una fuente de luz durante el sueño puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de la obesidad, sobrepeso y el aumento de peso.

Eso sí, la investigación señala que el hecho de exponerse a una luz artificial por la noche puede indicar una "desventaja socioeconómica" o un estilo de vida poco saludable, factores que ya de por sí podrían contribuir a ese aumento de peso.

Los problemas para la salud de la luz constante

No es la primera vez que una investigación demuestra las consecuencias negativas de dormir con una luz artificialUn estudio publicado hace tres años en 'Current Biology' demostró la importancia del ciclo de luz-oscuridad del medio ambiente para la salud.

En él, los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Leiden mantuvieron ratones bajo condiciones de luz constante durante 24 semanas. Como consecuencia comprobaron que esa ausencia de ritmos ambientales puede alterar el sistema inmune, provocar pérdida muscular e incluso hacer que aparezcan los primeros signos de osteoporosis.

La buena noticia es que esos efectos negativos en la salud son reversibles, ya que mejoran cuando se restablece el ciclo de luz-oscuridad natural.