Un artículo analiza las diferencias térmicas en la sensación de calor al mediodía en verano en la ciudad de Fez, en Marruecos. En esta ciudad de clima seco y caluroso la arquitectura clásica con calles estrechas y edificios elevados provoca que en algunas ocasiones se haya medido una temperatura diurna 10 ºC inferior frente a las afueras. El efecto de sombra de los edificios provoca un aumento de la sensación de bienestar ya que la temperatura más baja se suma la disminución de la radiación solar. En cambio, en la parte nueva de la ciudad, con calles más anchas, la temperatura es bastante más elevada y la sensación térmica es de mucho disconfort por calor gran parte del año. En la ciudad de Girona hemos analizado la isla de frescor urbano y hemos observado cómo la máxima intensidad se da en invierno, 10 ºC, el 5 de enero de 2013, y en segundo lugar en primavera, 8 ºC el 13 de marzo de 2012. Sin embargo, durante las olas de calor veraniegas la isla de frescor es bastante intensa, se ha observado una isla de frescor de 6 ºC durante la ola de calor de agosto de 2009. El área más fresca de la ciudad de Girona coincide con la parte antigua de la ciudad, donde las calles estrechas y con edificios relativamente altos provocan que el factor de visión del cielo (SVF) sea bastante bajo, en algunas calles hasta 0,1. Esta estrechez de las calles impide que la radiación solar llegue muchas horas al suelo, lo que favorece unas temperaturas al mediodía que son bastante inferiores respecto a otras calles del centro de Girona o de los barrios periféricos, o la zona rural de los alrededores de Girona. Las situaciones atmosféricas que favorecen la isla de frescor son las anticiclónicas en invierno, con cielo calmo, amplitud térmica elevada y fuerte inversión térmica nocturna, mientras que en verano las situaciones de pantano barométrico y las olas de calor son las más frecuentes en los mediodías con fuerte isla de frescor urbana.