La Guardia Civil ha movilizado a un total de 90 guardias para desmantelar la multitudinaria fiesta ilegal organizada este fin de semana en Comte y tramitar las detenciones de las 73 personas acusadas de diversos delitos, entre ellos atentado a la autoridad. El despliegue policial del domingo estuvo compuesto por 40 agentes, 28 guardias civiles, y el resto policías locales de Sant Antoni, Sant Josep y Santa Eulària. A estos se incorporaron después agentes que intervinieron en otros cometidos, como la custodia y traslado de los detenidos.

Entre los guardias que han intervenido a lo largo de toda la operación figuraban once miembros llegados desde Mallorca y 22 antidisturbios procedentes de Valencia. Todos ellos permanecerán varios días en la isla para "evitar que se replique la fiesta en algún otro lugar", según acaban de manifestar en rueda de prensa el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas; el delegado insular del Gobierno, Enrique Sánchez, y los responsables de la Policía Local de este municipio y de la Guardia Civil.

Todos ellos han destacado "la cooperación y la coordinación" demostrada entre los diferentes cuerpos policiales, de emergencias e instituciones de la isla a raíz de este hecho. "La colaboración vivida este fin de semana es para estar orgullosos de la isla en que vivimos", ha manifestado Sánchez, quien ha puesto como ejemplo el ofrecimiento hecho por la patronal hotelera de Sant Antoni para alojar en sus establecimientos a los guardias civiles llegados desde el exterior. Del mismo modo, el juez decano puso a disposición del operativo la torre del Cetis para agilizar la puesta a disposición judicial de los detenidos. Tanto Sánchez como el alcalde han elogiado también los ofrecimientos de ayuda del presidente del Consell, de la alcaldesa de Santa Eulària y del alcalde de Sant Antoni. Estos dos últimos municipios aportaron también media docena de policías locales para ayudar a hacer frente al multitudinario altercado registrado en Comte. Del mismo modo, destacaron la intervención de los voluntarios de Protección Civil y los propios vecinos.

Los 16 principales detenidos durante la madrugada del sábado al domingo (en total son 73) pasarán a disposición del juez entre hoy y mañana. Se trata tanto de los organizadores de la fiesta como de algunos de sus asistentes que destacaron por atacar a los agentes de la autoridad. Los promotores son varios ciudadanos de nacionalidad italiana. Tanto a unos como a otros se les imputan los delitos de atentado a la autoridad, desórdenes públicos y desobediencia, según ha destacado el comandante jefe de la compañía de la Guardia Civil, Enrique Gómez.

Durante los disturbios producidos ayer domingo, que es cuando los agentes se decidieron a actuar, se produjeron once heridos entre las fuerzas policiales. Diez guardias civiles y un policía local resultaron con lesiones leves. Un miembro de la Benemérita sufrió la rotura de dos dedos como consecuencia de la agresividad de los asistentes a la fiesta. Uno de ellos sufrió una fractura de hueso. Un miembro de las fuerzas del orden se vio obligado a efectuar un disparo al aire con su arma reglamentaria al encontrarse rodeado por los concentrados, que blandían barras de hierro, palos y lanzaban piedras.

El alcalde de Sant Josep ha salido al paso de "lo que se está diciendo en las redes sociales" y ha negado categóricamente que el Ayuntamiento tuviera noticia de la preparación de la fiesta antes del sábado. "No sabíamos previamente que se iba ha desarrollar esta actividad, si lo hubiéramos sabido con antelación, habríamos actuado con antelación", ha afirmado. En la madrugada del domingo se recibieron ocho llamadas telefónicas en la centralita de la Policía Local alertando de los hechos, la primera de las cuales fue sobre la una de madrugada, añadieron fuentes municipales.

Millar de asistentes

Si no se actuó tan pronto como se llegó al lugar, en la noche del sábado fue, según el alcalde y los mandos policiales, por no tener suficientes garantías de éxito ante la magnitud del acto organizado y el gran número de personas, que en el momento de máxima afluencia, se acercó al millar de asistentes. Fue a primera hora del domingo cuando se intervino contra los congregados, momento en que se produjeron escenas de tensión y violencia, que terminaron con los citados 73 detenidos y once heridos.

"Había perros de razas potencialmente peligrosas que andaban sueltos, sin bozal", ha confirmado la Policía, que ya ha identificado a los dueños de estos animales y que serán multados. Todos los detenidos, de una forma u otra, serán objeto de sanciones administrativas o penales, según el caso, han añadido.

Los participantes en la rueda de prensa consideran que la "contundencia" del operativo desplegado servirá para disuadir a otros promotores de este tipo de actuaciones.