Las antiguas civilizaciones siempre han sido objeto de investigación y admiración. Es innegable que el legado que nos han dejado posee una gran importancia tanto científica como cultural. Y, recientemente, se ha realizado un nuevo descubrimiento que aumenta el conocimiento que vamos adquiriendo sobre el funcionamiento de estas antiguas sociedades y su forma de vida. En las profundidades de las selvas de Belice se han encontrado grandes superficies de cultivo agrícola que los Mayas utilizaron hace siglos. Grandes extensiones de terreno de uso agrícola que incluso contaban con grandes canales de riego para el crecimiento y desarrollo de los vegetales. Gracias a ello podemos entender mejor de qué forma vivían los habitantes de las selvas tropicales hace siglos, cómo subsistían y qué medios creaban y utilizaban para aspectos tan importantes como la alimentación. Este descubrimiento se suma a otros muchos anteriores y de gran popularidad, como la ciudad de Machu Picchu o el arte arquitectónico de la Riviera Maya. Pero, a diferencia de ellos, que fueron descubiertos en las épocas doradas de la exploración, este último y fundamental hallazgo se ha podido realizar gracias a los avances tecnológicos que poseemos hoy en día. Tras un vuelo de reconocimiento que exploró las profundidades de Belice, se pudo cartografiar la superficie con el envío y posterior recepción de impulsos láser. Esta nueva tecnología, denominada Lidar, ha sido fundamental en este gran descubrimiento. Poco a poco vamos comprendiendo y entendiendo mejor la forma de vida de sociedades anteriores a nosotros, que parece que nunca dejarán de sorprendernos.