Mark Zuckerberg, creador de Facebook, admitiendo el inimaginable poder que ostenta al poseer un incontable volumen de información capaz de hacerle tener el “control del futuro” o, por el contrario, la actriz británica Emma Watson protagonizando una película pornográfica. Hechos dispares que, no obstante, comparten un elemento común: ambos son falsos.

La sociedad tecnológica vive inmersa en un escenario en el que son las noticias las que encuentran a las personas. Es el denominado fenómeno ‘news found me’, uno en que el consumo inmediato de piezas informativas hace que la desinformación generalizada sea una premisa básica ante la saturación de datos.

En este contexto difuso, supeditado al tráfico y rentabilidad en el que la veracidad queda relegada a un segundo plano, es cuando surgen las ‘fake news’. Y es que, las noticias falsas se han asentado en la forma de producir y consumir noticias. Además, el avance tecnológico, como la Inteligencia Artificial, redimensiona el campo de actuación e incidencia de estas mentiras viralizadas, dando lugar a las ‘deepfake’.

¿Qué es una ‘deepfake’?

Se denomina ‘deepfake’ a la técnica utilizada para generar capas artificiales sobre los rasgos faciales de una persona, como la boca o la nariz, y superponerlos a videos reales. Es decir, se trata de unir dos rostros mediante la tecnología para crear un video falso.

A través de ‘softwares’ cada vez más accesibles se utilizan algoritmos de aprendizaje automáticos no supervisados -Red Generativa Antagónica- sobre contenido ya existente. El resultado es la simulación de movimiento en el nuevo rostro creado, con tanta precisión en algunos casos que llega a parecer real.

Y es que, los ‘deepfake’ se desarrollan paralelamente al perfeccionamiento de los efectos especiales de la industria cinematográfica estadounidense. Así, Hollywood es la cuna de estas mentiras humanizadas y, del mismo modo, sus estrellas las principales afectadas.

Los ‘deepfake’ más virales

Los insultos de Barack Obama

Hace tan solo dos años se difundió en Estados Unidos un video de Barack Obama en el que se puede observar al expresidente americano detallando los desafíos que presentan los ‘deepfake’, unos capaces de comprometer la seguridad de la sociedad a través de los infinitos canales de comunicación que se establecen en Internet.

Un par de minutos son suficientes para que Obama insulte Donald Trump, llamándolo “mierda” (dipshit) y reflexione sobre la confianza que las personas depositan en los contenidos digitales que consumen. Su creador, el director cinematográfico Jordan Peele, utilizó la Inteligencia Artificial para concienciar sobre sus peligros sirviéndose de la misma.

De hecho, el estudio Artificial Intelligence and International Security, elaborado por el Centro de Seguridad Americano, establece que en menos de un lustro los ‘deepfake’ serán capaces de engañar a las personas para difundir contenido partidista manipulado. Tanto es así, que la nueva era de la desinformación plantea un escenario adversos del que las grandes potencias políticas ya son conocedoras y ante el que no dudan en expresar su alarma de cara a los próximos comicios estadounidenses de 2020.Actrices de Hollywood en la industria del porno

Durante este año ya han sido detectados más de 14.000 videos ‘deepfake’, de los cuales el 96 % son de contenido pornográfico y están protagonizados por mujeres mayoritariamente. Así lo establece el último monográfico de Deeptrace, una empresa que da soluciones a este tipo de contenido con el objetivo de garantizar la integridad del medio visual.

Las víctimas de la manipulación, que va desde escenas de sexo explícito hasta desnudos o insinuaciones, es tan amplia como difusa. Actrices, modelos, cantantes, periodistas y, también, personas comunes que no forman parte de la escena mediática.

Desde Scarlett Johansson hasta Emma Watson, sin olvidar a Gal Gadot, Cameron Diaz o Mila Kunis, entre otras, estas reconocidas actrices han sido víctimas de un engaño que se extrapola a la vida cotidiana y afecta a mujeres anónimas.

El estudio anteriormente mencionado evidencia que existen foros y páginas webs específicas en las que los usuarios crean y comparten a demanda videos ‘deepfake’ de mujeres que conocen con el fin de desacreditarlas.

Ante este hecho, diversas redes sociales como Twitter o plataformas de contenido adulto, como es el caso de PornHub, han prohibido la publicación de estas falsificaciones en sus portales.

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