Durante el presente y el anterior siglo la cantidad de conocimientos que hemos ido adquiriendo a través de la ciencia han sido inconmensurables. Actualmente somos capaces de barrer el espacio profundo con los telescopios más potentes jamás construidos. Hemos alargado la esperanza de vida del ser humano debido a los avances de la medicina. Incluso hemos llegado a poner un pie en la Luna, pero apenas hemos podido descubrir qué habita en las profundidades del mar. A pesar de haber enviado sondas más allá de los confines del Sistema Solar no hemos sido capaces de averiguar las particularidades del entorno más hostil y misterioso de la Tierra. Más allá de las zonas abisales, existen recónditos lugares en lo más profundo del océano conocidos como la zona hadal. Fosas de gran tamaño que, en el caso de la de las Marianas, supera los 11.000 metros de profundidad. Y, a pesar de la enorme presión hidrostática, de la falta de luz solar o de nutrientes, hay vida. La confirmación ha llegado gracias a un batiscafo que ha logrado grabar a una especie de medusa de poderosos colores que navegaba en el fondo oceánico.

Este descubrimiento se suma a los pocos y escasos datos que tenemos sobre lo que existe en uno de los hábitats de mayor hostilidad del planeta. Quizá en unos años averigüemos más sobre él, pero quizá antes pisemos otro planeta. Quién sabe, hay misterios que, probablemente, nunca serán resueltos. O quizá sí. Solo el paso del tiempo y los avances de la ciencia podrán darnos la respuesta. Hasta entonces tendremos que conformarnos con las leyendas que giran en torno a este este oscuro reino marino.