Investigadores de Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), con sede en Granada, han encontrado una estrella que oculta entre sus pulsaciones fulguraciones millones de veces más intensas que las del Sol.

Este centro ha informado en un comunicado de que un equipo de investigadores ha hallado una estrella que oculta fulguraciones -eventos explosivos que liberan en pocos minutos la energía de millones de bombas de hidrógeno- varios millones de veces más intensas que las del Sol.

Las estrellas se clasifican en distintos tipos según su temperatura y en una secuencia -OBAFGKM- donde la O corresponde a las estrellas más calientes, con hasta 30 000 grados, y la M a los astros más fríos, cuya superficie no supera los 3000 grados.

En este escala, el Sol se sitúa en una estrella mediana de tipo G capaz de mostrar manchas o fulguraciones.

El grupo de investigadores ha hallado una estrella pulsante de tipo A que presenta fulguraciones muy potentes.

El IAA ha recordado que hasta hace poco se pensaba que las estrellas con una temperatura por encima de los siete mil grados no podían presentar actividad estelar superficial, ya que sus capas convectivas son demasiado delgadas para generar campos magnéticos suficientemente intensos.

El investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que lidera el trabajo, Eloy Rodríguez, ha explicado que las observaciones proporcionadas por la misión espacial Kepler de la NASA durante los últimos años han permitido detectar la existencia de actividad estelar superficial en gran número de estrellas calientes.

El estudio, liderado por investigadores del IAA-CSIC, se ha centrado en una muestra de estrellas observadas con Kepler en el cúmulo estelar NGC 6811, con observaciones en alta cadencia que han permitido detectar actividad estelar en un gran porcentaje de estrellas de tipo A.

Pero además, ha revelado por primera vez fulguraciones ocultas entre las pulsaciones de una estrella variable conocida como "KIC 9716385".

"Solo cuando extrajimos de las curvas de luz originales, las variaciones de luminosidad debidas a las pulsaciones, vimos claramente las fulguraciones", ha añadido Rodríguez, que ha explicado que el equipo detectó diez fulguraciones en 18 meses de observación con Kepler que además se distribuyeron de manera irregular en el tiempo, con largos periodos de inactividad.

La energía emitida durante las fulguraciones de KIC 9716385 es de hasta varios millones de veces más intensa que las típicas del Sol y muestran las características habituales de estos eventos explosivos, con un aumento rápido de brillo y un desvanecimiento progresivo.

"El caso de KIC 9716385 abre la posibilidad de encontrar otros similares, es decir, estrellas pulsantes de corto periodo con fulguraciones enmascaradas por las pulsaciones", ha concluido Rodríguez (IAA-CSIC).