Imagino a los meteorólogos de la agencia británica Met Office, la irlandesa Met Éireann y la holandesa KNMI reunidos en una sala de espera cualquiera, habilitada por Boris Johnson, evidentemente. Todo esto, mientras las temperaturas en las capas altas de la troposfera descienden por Terranova y, en contraste con el calor de latitudes más bajas, el chorro polar -también conocido como jet stream- acelera. A la luz de estas primeras «contracciones», el jueves ese conglomerado de expertos dilucidaron que la inminente borrasca se llamaría Ciara. El germen es estadounidense, de entre los estados de Texas y Carolina del Norte, donde estos días el mismo centro de bajas presiones ha dejado lluvias copiosas e incluso algunos tornados, según recogía ayer The Washington Post. Esta noche la borrasca estará a medio camino entre Groenlandia y las Azores con una presión mínima de 962 hPa; en las horas centrales de mañana ya será tan sólo de 948 hPa, previa llegada al norte de Escocia. Se producirá una ciclogénesis explosiva.

En las Islas Británicas el ciclón dejará lluvias intensas, algunas nevadas y sobre todo un fortísimo vendaval que levantará una gran marejada. Los 948 hPa que alcanzará el centro de bajas presiones provocarán un acentuado gradiente de presión que alentará las rachas de viento. Está previsto que alcancen los 100 km/h en amplias zonas de las islas y hasta 130 km/h, si no más, en colinas y costas expuestas al viento del oeste. En cuanto al estado del mar, el modelo de predicción europeo pronostica olas de hasta 12 metros este fin de semana, que podrán ser de 14 metros en el oeste de Irlanda entre el lunes y el martes. Ciara se mostrará intratable, pero fugaz. Llevada por la intensa circulación zonal, de oeste a este, el lunes ya estará a centenares de kilómetros del Reino Unido, cerca del Ártico, tras virar hacia el noroeste.

Cuando el jet stream pisa el acelerador y la circulación zonal se dispara, es habitual que la Península Ibérica quede alejada de la vorágine de nubes, viento y lluvia. Precisamente, eso es lo que se prevé para los próximos días. Por aquí las temperaturas continuarán mostrando valores por encima del promedio y predominarán los grandes claros, mientras que el resto de Europa Occidental se ventea. Decían que Johnson quería fortalecer su relación con Estados Unidos, pues bien, la meteorología va a establecer un primer «puente» o río atmosférico. Que la sorna no emborrone mis mejores deseos, ojalá sea leve.