El hospital de campaña de Ifema nos ha dejado imágenes y cifras que nunca se borrarán de nuestra retina y memoria. En este complejo improvisado, el más grande de Europa, se ha atendido a 3.812 pacientes. Esto no hubiera sido posible sin los médicos y todos los profesionales del sector sanitario que durante 41 días han luchado en primera fila contra el coronavirus. Pero junto a ellos han trabajado muchas otras personas, pequeños "héroes" que han hecho posible la labor de los primeros y han contribuido a salvar vidas.

El "milagro" de Ifema, como lo tildan muchos, no tiene tanto de intervención divina o sobrenatural como de trabajo titánico por parte de médicos, enfermeros, auxiliares, celadores, técnicos de rayos y laboratorio, farmacéuticos... -unos 1.400 sanitarios en total - pero también de bomberos, militares, policías y vigilantes de seguridad, cocineros, personal de limpieza y lavandería, ingenieros, informáticos, electricistas, fontaneros, soldadores, sacerdotes, teleoperadores, conductores, administrativos y una larga lista de hasta 1.800 trabajadores de distintos oficios, muchos de ellos voluntarios. Todos han dado lo mejor de sí para, primero, levantar este hospital en tiempo récord y, a continuación, mantenerlo a pleno rendimiento a pesar del temor y la incertidumbre.

Gracias a ellos se pudo, por ejemplo, colocar los suelos vinilados de los pabellones del recinto ferial, construir los conductos para llevar directamente el oxígeno a las camas, proveer de avituallamiento a enfermos y trabajadores, instalar enchufes y tomas de corriente, atender y gestionar peticiones de ingresados y familiares, recibir y gestionar mercancías y donaciones, limpiar y desinfectar todo el complejo, etc. En definitiva, un trabajo colosal que permitió al personal sanitario tratar a los miles de contagiados por coronavirus en pleno pico de la pandemia de la covid-19 y aliviar la presión del resto de la red asistencial hospitalaria.

En palabras de Antonio Zapatero, director del hospital de Ifema, "venían con miedo cada mañana, como todos, por trabajar en un sitio en el que jamás has trabajado con gente con la que nunca has trabajado, pero lo que se ha generado aquí ha sido espectacular y de un compromiso absoluto y por eso ha funcionado".

Sanitarios, soldados, soldadores, limpiadores, cocineros... son el rostro del esfuerzo y la solidaridad. Estos son algunos de los trabajadores que han dado vida a este hospital.

Ellos son el ADN de Ifema:

Profesionales de la salud

El número de profesionales del ámbito sanitario congregados que han dado servicio a los enfermos en el macrohospital del recinto ferial de Ifema supera el millar, la mayoría procedentes de atención primaria. Hablamos de más de 300 médicos, cerca de 400 enfermeros, unos 250 auxiliares de enfermería y 160 celadores, a los que hay que añadir los técnicos de rayos, técnicos de radiodiagnóstico y técnicos de laboratorio, además de técnicos de farmacia, farmacéuticos, supervisores, psicólogos y trabajadores sociales, auxiliares administrativos... Un batallón que ha trabajado incansablemente y mano a mano con emergencias del Samur y Summa 112.

Psicólogos y sacerdotes

Entre los habitantes del hospital de Ifema y parapetados bajo sus equipos de protección figuraban estos días una docena de psicólogos clínicos y 7 sacerdotes. Su papel, con la psicología o la fe como bastiones, ha sido proporcionar escucha, alivio y consejo a quien lo necesitase, tanto a los profesionales sanitarios, minados por el estrés y la sobrecarga emocional, como a los convalecientes y sus familiares, acuciados por sentimientos de ansiedad por aislamiento, miedo, duelo, angustia, impotencia o incertidumbre.

Efectivos del Ejército de Tierra, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y del Cuerpo de Bomberos

El trabajo de militares y bomberos fue esencial en la construcción a contrarreloj del hospital provisional de Ifema. El objetivo era habilitar en tiempo record los pabellones 5, 7 y 9 y convertir este recinto gris, acostumbrado albergar ferias, salones y congresos, en un centro de emergencia sanitaria repleto de camas y batas blancas. Junto al personal de Ifema y numerosos voluntarios, participaron en el traslado y el montaje de todo el mobiliario, material y equipo, así como en la adecuación de las instalaciones. Una de las tareas clave fue diseñar e instalar las tuberías de gases medicinales y fabricar tres líneas de conductos (aire, oxígeno y vacío) con la calidad suficiente como para prestar servicio asistencial a pacientes en situación grave por coronavirus. Además, se hicieron cargo de la instalación de wc químicos y contenedores de duchas, revisión del suministro eléctrico, puesta en marcha de módulos de laboratorio, etcétera.

Ingenieros, soldadores, electricistas, fontaneros, técnicos de climatización, técnicos de telecomunicaciones, informáticos

Levantar este hospital de campaña en tan poco tiempo no hubiera sido posible sin el trabajo de decenas de especialistas en distintos oficios, muchos de ellos voluntarios, algunos autónomos en paro o jubilados, que trabajaron a destajo al lado de militares y bomberos. En los días previos a la puesta en marcha del hospital llegaron al recinto ferial, herramienta en mano, soldadores y fontaneros, listos para reparar fugas o hacer conexiones y tuberías del sistema de oxígeno; electricistas, técnicos de comunicaciones e informática, que prepararon la instalación eléctrica y equipos informáticos, desplegaron gratuitamente redes de datos, instalaron enchufes y tomas de corriente...Un conjunto de tareas sin las que este centro de emergencia sanitaria no se habría podido sostener.

Servicio de cátering

Durante el tiempo que el hospital de campaña de Ifema ha permanecido abierto los cocineros han preparado y repartido allí una media de 8.000 raciones diarias de comida. Han sido el sustento de pacientes, pero también de soldados de la UME, profesionales sanitarios y personas sin techo alojadas en el albergue también instalado en el recinto ferial. Los encargados de alimentar a todas estas personas han sido unos 160 trabajadores, pertenecientes a la compañía de cátering que habitualmente da servicio en el recinto ferial. Y no nos podemos olvidar de las empresas de restauración que, de manera altruista, han desplazado sus food trucks a las afueras del recinto para ofrecer comida gratis a todo aquel que se encontrara trabajando en las instalaciones de Ifema.

Teleoperadores

Durante estos días el Call Center de Ifema ha seguido trabajando intensamente, desde las 7 de la mañana hasta media noche durante los 7 días de la semana, para dar la mejor respuesta a los familiares de los convalecientes en el hospital de campaña. De dar información de ferias a trabajar en este contexto... sin duda el reto ha sido inmensurable.

Voluntarios

Si el trabajo altruista fue esencial para la construcción del hospital en tiempo récord, igual de importante ha sido su labor desinteresada en el día a día de este complejo. Los voluntarios, muchos del gremio de enfermería, miembros de protección civil y empleados de la Feria, se han hecho cargo de ayudar a los familiares de los pacientes a localizar a sus seres queridos, ordenar las taquillas, repartir los uniformes, organizar el servicio de la biblioteca Resistiré, tramitar altas, ayudar a recepcionar y gestionar la mercancía y donaciones, etc. Incluso músicos voluntarios han llevado el ritmo a las puertas de los pabellones para proporcionar alivio y unos minutos de entretenimiento en las largas jornadas de trabajo del personal.

Equipo de limpieza

El trabajo de limpieza y desinfección, casi siempre eslabón invisible en la cadena de cualquier recinto hospitalario, ha sido fundamental en el éxito del hospital de Ifema. Con la crisis del coronavirus, estos trabajadores han pasado del segundo plano a la primera línea por ser claves a la hora de descontaminar las zonas afectadas, evitar contagios y dar tranquilidad a los sanitarios en el ejercicio de sus labores. La empresa responsable del equipo de limpieza en el hospital de campaña ha tenido que reforzar su plantilla y hacer frente al miedo con sesiones intensivas de información y formación impartidas por biólogos.

Transportistas, personal de logística y almacén

En Ifema se ha contado con 21.600 metros cuadrados de almacén para la gestión de toda la mercancía recibida para dar servicio al hospital. Se incluyen aquí, cientos de referencias de material sanitario, pero también donaciones altruistas de particulares, empresas e instituciones que han tenido que ser recogidas, ordenadas y repartidas entre pacientes y profesionales de manera óptima. Sin coordinación y mucho esfuerzo hubiera sido materialmente imposible gestionar tanta solidaridad en forma de tabletas, obras literarias, revistas, mascarillas, batas, colchones, camas, almohadas, mantas, botellas de agua, refrescos, productos de alimentación, baterías externas para el móvil, sensores para medir la calidad del aire, gafas, pizarras, zapatillas, termómetros, flores, soluciones de embalaje o neveras, entre otros muchos artículos.