Es prácticamente imposible que un gel hidroalcohólico arda por sobrexposición al sol en un coche, como asegura un mensaje que circula por WhatsApp acompañado por la foto de un vehículo con el interior de la puerta del conductor quemada, imagen que el bulo sitúa en Málaga pero no ha sido tomada en España.

Desde principios del presente mes de mayo se ha difundido en España, tanto a través de WhatsApp como de las redes sociales Twitter y Facebook, esta foto de un vehículo estacionado con la puerta del conductor abierta, que muestra una gran quemadura en su parte interior.

En los mensajes compartidos por WhatsApp en España, se explica la imagen como "efecto del alcohol gel en un coche dejado al sol" y se asegura que la fotografía ha sido enviada "por un amigo mecánico de Málaga", antes de añadir: "Por lo visto, no es el único; explota y puede salir ardiendo".

La misma imagen ha sido publicada hace unos días también en Facebook junto al siguiente mensaje de advertencia, atribuido a la Policía Nacional en Málaga: "Ojo con dejar botes de hidro alcohol en el coche. Explotan con el calor".

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Los datos de la imagen

Ni la imagen ha sido tomada en España ni un gel hidroalcóhólico entra en combustión simplemente por estar recalentado dentro de un coche al sol. Lo que podría ocurrir, según los expertos, es que parte del alcohol se evaporara y, al aumentar la presión dentro del gel, salpicara al abrirse el recipiente.

De entrada, en la fotografía se observa delante del coche una pared con un letrero pintado que empieza con las palabras "Bem vindos" ("Bienvenidos" en portugués). Por tanto, la imagen no ha sido captada en España.

Por su parte, fuentes de la Policía Nacional en Málaga han negado haber difundido advertencias como la publicada en Facebook y han confirmado a EFE que en su provincia "no se ha registrado ningún suceso así". Recalcan asimismo que la imagen no se corresponde con Málaga y, de hecho, "anteriormente ha aparecido en otros países".

Aunque con búsquedas inversas en internet no ha sido posible encontrar el origen concreto de esta foto, la imagen lleva circulando años en otros países y podría tener su origen en alguna nación de habla portuguesa como Brasil, donde el bulo ha resurgido a raíz de la propagación de la pandemia de COVID-19 y ya ha sido desmentido a finales de abril.

Precisamente, hace un mes, una asociación brasileña, Reage Xerém (Xerém reacciona), publicó una foto similar, con una quemadura en el interior de un coche junto a un botecito de plástico casi intacto, acompañada por la advertencia "No dejes gel hidroalcohólico dentro de un coche al sol". El texto afirmaba que el propietario del vehículo encontró fuego dentro del vehículo media hora después de dejarlo aparcado.

Fuentes de esta asociación de Xérem, un barrio del municipio de Duque de Caxias, en el Estado de Río de Janeiro, han explicado a EFE que la foto fue enviada por el dueño del coche. Según su versión, "descubrió que la tapa del botecito no se cerraba por completo; esto generó un derrame, que, expuesto a altas temperaturas, provocó un incendio".

Sin embargo, imágenes con efectos de quemado en el interior de un coche muy similares a estas aparecen en internet explicadas como el efecto de un cortocircuito. Así ocurre si se realiza una búsqueda de la foto falsamente atribuida a Málaga en el buscador Yandex, donde se puede ver alguna imagen parecida de hace tres años con destrozos causados por un fallo en el sistema eléctrico del vehículo.

Casos similares pueden ocurrir con aerosoles

En todo caso, expertos en química consultados por EFE descartan que el destrozo en el interior de la puerta de un coche que se observa en la imagen que circula estos días por WhatsApp y redes sociales corresponda a la supuesta explosión o incendio de un gel hidroalcohólico.

"Es altamente improbable que ocurra" un suceso parecido, subraya el decano del Colegio de Químicos de Madrid, Ricardo Díaz, quien explica que los geles hidroalcohólicos poseen glicerina, un componente que "reduce completamente la volatilidad del alcohol".

Tras precisar que siempre hay que tener en cuenta la influencia de factores como "la proporción entre la cantidad de oxígeno que hay en el bote y la cantidad de alcohol", Díaz descarta que la quemadura observada en la imagen pueda deberse a la explosión de un gel hidroalcohólico.

Sí ha habido, en cambio, casos parecidos con aerosoles, debido a "una sobrepresión por exponer ese bote a altas temperaturas, produciendo un fallo mecánico", precisa este experto.

El punto de autoignición supera los 360 grados

También Juan Antonio Gabaldón, secretario del Colegio de Químicos de la Comunidad Valenciana, ha explicado a EFE por qué es prácticamente imposible que un gel de este tipo entre en combustión exclusivamente por recalentamiento dentro de un vehículo estacionado al sol.

El punto de autoignición del alcohol etílico, es decir, "la temperatura a la que puede arder sin necesidad de aporte de calores, es superior a 363 grados centígrados", destaca Gabaldón, y apunta a continuación: "Lo que si puede suceder es que, al estar caliente, parte del alcohol se evapore y, por tanto, la presión dentro del gel sea mayor que la atmosférica y al abrir, salpique".

Frente a ese punto de autoignición del alcohol etílico superior a los 300 grados, las temperaturas máximas que pueden alcanzar elementos internos de un vehículo expuesto al sol como el salpicadero, los asientos, el volante o el cambio de marchas se acercan a los 80 grados centígrados. Suficientes, eso sí, para causar quemaduras en la piel.

Así lo indica un estudio sobre el "efecto de la radiación solar en la temperatura interior del vehículo" realizado por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) y el Automóvil Club Suizo (TCS).

De acuerdo con el resultado de este trabajo, el interior de un vehículo expuesto a la radiación solar del verano sin ningún tipo de parasol puede llegar a alcanzar los 55 grados y, al cabo de 60 minutos, se ha llegado a medir sobre el salpicadero una temperatura de 77 grados.

Por todo ello, aunque los geles hidroalcohólicos no vayan a estallar, el químico Ricardo Díaz recomienda no dejar nunca en el interior de un coche al sol productos combustibles envasados a presión, como aerosoles y colonias.