Arrancamos el verano y como cada año llega acompañado de una estampa un poco desagradable, con medusas invadiendo las playas del Mediterráneo. Miles de ellas se acercan a las costas españolas empujadas por las corrientes y los vientos. Las plagas de este invertebrado aparecen de forma cíclica, hay periodos de diez años en los que hay más y otros, de aproximadamente cuatro, con menos. Sin embargo, el calentamiento global parece estar aumentando la cadencia.

El hecho de que se manifiesten en nuestras playas se debe a la acción del hombre, al cambio climático y a la meteorología. Es verdad que las medusas han existido siempre, pero lo cierto es que año tras año se dejan ver más pronto por las costas. El ser humano es el culpable de acabar con sus depredadores. La caballa, el atún e incluso las tortugas encuentran en las medusas un auténtico manjar, en cambio, para nosotros el manjar son ellos. La práctica de la pesca industrial y deportiva está favoreciendo la pérdida de sus depredadores, y por ello la presencia de las medusas en la costa mediterránea es cada vez mayor.

Según Josep María Gili, investigador de ecología marina en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, el cambio climático también es uno de los culpables. El aumento de la temperatura tanto de la costa como del mar abierto propician la llegada de ellas. También el descenso de agua dulce, que actúa de barrera y evita que estos invertebrados se «cuelen» en nuestras playas.

Según los expertos, el hecho de que estén flotando por las costas del Mediterráneo no durará más de tres días consecutivos. La estadística nos indica que las medusas nos van a visitar igual que otros años, aunque la tendencia es que cada año irán a más. La escasez de lluvias y el aumento de las temperaturas juegan un papel muy importante, y todo apunta a que este verano se presentarán picos altos que fastidiarán más de un día de playa a los bañistas.

La medusa Pelagia noctiluca, que es la más típica del Mediterráneo, provoca el 90% de las picaduras. Algunos usuarios de Twitter ya han comenzado a colgar fotos y vídeos de estos animales invadiendo las playas y evitando que entremos al mar a pegarnos un «chapuzón» pero, ¿dónde está lo extraño? Las medusas suelen visitarnos entre junio, julio y agosto, aunque con el cambio climático su llegada se puede volver inesperada.