Y, por fin, llegó el momento de decidir destino para las vacaciones. Cada vez son más las personas que alquilan una casa o apartamento por internet. Una tendencia que parece acentuarse en estos meses en los que la pandemia de Covid-19 ha traído consigo una serie de cambios, desde el uso obligatorio de mascarillas hasta mantener una distancia física de al menos un metro y medio con otras personas.

En esta situación, marcada por los límites en el contacto interpersonal y las distancias de seguridad, los alquileres vacacionales parten, al menos, con una ventaja clara respecto a las grandes cadenas hoteleras: la no masificación. Se evitan las zonas comunes, las grandes concentraciones de turistas, los comedores... unos factores que pueden ser decisivos a la hora de decantarse por un alquiler vacacional.

Sin embargo, conviene seguir una serie de consejos para no sufrir estafas a la hora de alquilar estas viviendas en la red (también cada vez más habituales). Hay que tener en cuenta que los estafadores suelen aprovechar las webs de alquileres entre particulares para lanzar su engaño. ¿Cómo lo hacen? Utilizando fotografías de casas reales. Se presentan como los propietarios de dichas viviendas, que además sitúan en zonas de alta demanda para la época estival.

Después, con la excusa de ahorrarse la comisión de la página que gestiona estos alquileres y para ofrecer al cliente un mejor precio, le proponen firmar el contrato de la vivienda y su pago fuera de la web oficial.

En ese momento, el estafador envía un correo al cliente con su número de cuenta para que haga el pago. Es ahí cuando perderá el dinero y se esfumarán los planes de irse de vacaciones. El engaño se ha consumado.

Entre los fraudes más comunes, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), también figura el 'phising'. La víctima recibe un correo que a primera vista parece de un sitio de confianza. El estafador le pide información confidencial, incluyendo contraseñas, que luego usará para acceder a su equipo y conseguir más información.

Así, las recomendaciones de las asociaciones de consumidores son claras: en el momento que el supuesto propietario ofrezca al cliente abandonar la plataforma legal para hacer el contrato o el pago, hay un intento de estafa. En otras muchas ocasiones, el presunto arrendador pone como excusa que se encuentra en el extranjero.

Estos son los nueve consejos de la OCU:

  • Comparar precios y condiciones en distintas webs.
  • Leer las condiciones y recomendaciones de las plataformas de alquiler y alojamiento vacacional.
  • Nunca transferir dinero fuera de la página o aplicación y comunicarse siempre a través de la plataforma.
  • Desconfiar de alquileres con precios por debajo del mercado
  • Comprobar la veracidad del anuncio a través de otras fuentes como comentarios de otros usuarios.
  • Realizar el pago por un medio seguro que proponga la plataforma.
  • No pagar el importe total por adelantado, sino una mínima cantidad y el resto una vez se ha visitado la vivienda
  • Guardar una copia de la señal.
  • En caso de estafa, denuncia a la plataforma para que retire el anuncio y a la Policía o Guardia Civil.