No poder afrontar gastos imprevistos o tener que pedir dinero a parientes o amigos son algunas de dificultades económicas que padecen 7,8 millones de personas en España, en situación de inestabilidad laboral grave, por la temporalidad de los trabajos o que subsisten con empleos informales, según las organizaciones Cáritas y Foessa.

Durante la presentación de los informes 'Economía Solidaria', de Cáritas, y 'Focus', de Foessa, sobre vulneración de derechos, las organizaciones han alertado de que casi la mitad de los trabajadores tiene una jornada parcial indeseada.

En el 16,4 % de las familias, el sustentador principal mantiene una relación muy insegura con el empleo, lo que llega a afectar a los 7,8 millones de personas que viven en esos hogares. Pero sobre todo, es especialmente vulnerable la situación de 615.000 personas que subsisten con empleos informales, denuncian las organizaciones católicas, coincidiendo con la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente.

"Son personas que sufren la máxima expresión de la precariedad laboral al ver pisoteados sus derechos sin poder agarrarse al arbitraje de la justicia ni a coberturas sociales en los periodos menos favorables", ha explicado Raúl Flores, coordinador de Estudios de Cáritas.

Para la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, "es urgente un cambio de paradigma y la protección del derecho al trabajo y de un modelo de economía basado en las personas; es necesario repartir de una manera más justa el empleo y reconocer el trabajo de cuidados".

La temporalidad en las contrataciones y la corta duración rodean el mercado laboral, ha aseverado el responsable de estudios, quien ha recordado que el pasado mes de agosto, según el Informe del Servicio Público de Empleo Estatal, sólo un 8,6 % de los nuevos contratos fueron indefinidos, mientras que los temporales alcanzaron el 56,3 %: de ellos casi cuatro de cada diez tuvieron una duración inferior a siete días.

"Son muchas las familias que navegan en un mar inestable, lo que supone alternar tiempo de trabajo con desempleo, el paso por múltiples empresas y que empuja en condiciones extremas a encontrar un empleo informal, sin alta en la Seguridad Social y sin derechos", ha expuesto Flores.

Sin dinero para imprevistos

Las familias en inestabilidad laboral grave sufren serias dificultades económicas, que se reflejan en no disponer de dinero para afrontar gastos imprevistos (52 %) o haberse visto en la obligación de pedir ayuda económica a parientes o amigos (42 %).

"La realidad de ser trabajadores y ser pobres, a pesar de madrugar a diario y dedicar gran parte de su tiempo y energías a cumplir en su empleo, afecta a casi 2,5 millones de trabajadores pobres (13 % de los trabajadores), quienes, a pesar de estar empleados, no logran abandonar situaciones de pobreza relativa", ha lamentado el responsable de Cáritas.

Tres de cada diez familias en inestabilidad laboral grave carecen de dinero suficiente para afrontar gastos de vivienda y dos de cada diez familias han recibido avisos de cortes de suministros por no disponer de dinero para pagarlos.

Por sectores, los más afectados son los expuestos a la estacionalidad, como hostelería, turismo o servicios auxiliares. Así al comparar la base de cotización media de la hostelería con la media de los trabajadores, los sueldos son un 40 % más bajos.

En el ámbito doméstico, destaca que solo hay registradas 38.274 personas como cotizantes en este sector profesional, lo que indica que buena parte de ellas (la mayoría mujeres) realizan su labor sin los derechos y la protección que deberían tener; el salario del personal doméstico es hasta un 52 % inferior a la media entre las mujeres.

La población de origen extranjero sufre de forma especialmente grave la vulneración del derecho al trabajo decente; la desigualdad salarial medida en términos de brecha salarial alcanza una ganancia media inferior del 24 % entre los trabajadores extranjeros.

Cáritas y Foessa señalan que los sistemas de protección pública al desempleo no han sabido adaptarse, como muestra que sólo uno de cada cuatro hogares sustentados por una persona en situación de inestabilidad laboral grave reciben algún tipo de prestación por desempleo o renta mínima de inserción.

"Se está naturalizando la realidad de los trabajadores que viven atrapados en la inestabilidad y que se ven privados de los derechos de un trabajo decente", han alertado los responsables de Cáritas.

Más de 15.000 empleados gracias a Cáritas

Cáritas ayudó a 15.368 personas a encontrar trabajo en 2019; casi 79.000 personas participaron en toda España en las acciones de empleo, economía social, comercio justo y finanzas éticas, en las que invirtió 45,8 millones de euros, detalla el informe.

Además, se realizaron un millar de acciones formativas, por las que pasaron 16.276 personas; otras 29.755 personas fueron atendidas por los servicios de intermediación laboral y 689 personas participaron en acciones de autoempleo.

La secretaria general de Cáritas ha invitado a las empresas a "dar oportunidades dignas a las personas" y a los consumidores a mantener "una actitud vigilante, comprometida y responsable, que premie a las compañías que cumplen con los principios del trabajo decente".

"En Cáritas preferimos no hablar de gasto, sino de inversión, porque cada recurso invertido supone un beneficio en el medio-largo plazo: en términos de autoestima, reconocimiento de dignidad y acceso a derechos de las personas que acompañamos", ha concluido el director de Acción Social de Cáritas, Francisco Lorenzo.