El cantante Miguel Bosé ha vuelto a protagonizar un discurso contra las vacunas, esta vez, junto al payés y activista Josep Pàmies. El acto, convocado por la 'Dolça Revolució' de Pàmies, muy similar al celebrado hace algo más de un año, tuvo lugar el pasado sábado en la ciudad leridana de Balaguer.

Al acto solo podían acudir los socios de la organización; no se admitían a los medios de desinformación", pero se pudo seguir en directo por los canales oficiales de 'Dolça Revolució'.

Por una parte, Bosé, uno de los protagonistas de la pandemia por su negación a el virus, ha aprovechado el acto negacionista para realizar algunas declaraciones en relación a la pandemia y para animar a su público a "seguir en esta lucha, una lucha entre la luz y la oscuridad, entre el bien y el mal. Lo estamos haciendo maravillosamente". El músico añade que "el 80% de los sanitarios querrían hablar pero no lo hacen porque no se atreven" o tienen "miedo" a que les quiten la licencia, asegura. Pero llegará un momento en que tendrán que "defenderse".

El artista también lanza un mensaje a aquellos que creen en la vacuna: "Nos harán la vida imposible un poco más. Hay dos humanidades, una con políticos soberbios y codiciosos que viven en el 3D y nosotros", recalcando que "la verdad se llama una vez, la mentira se repite". Asimismo, en su discurso antivacuna ha añadido que "los niños no deben ser vacunados, ya que a los pequeños no se les debe tocar", calificando el momento como "una situación terrible que hay que solucionar".

A su lado estaba Pámies, un hombre denunciado por el Govern por asegurar que el coronavirus se puede curar con la ingesta de productos tóxicos. El defensor de la pseudoterapia ha asegurado en su discurso que "hay que seguir en la lucha".

Un comportamiento un tanto peculiar

El comportamiento del cantante durante el acto ha sido comentado en programas televisivos y en las redes sociales, convirtiéndose en 'trendig topic'. Los tuiteros destacan que se le veía desorientado y que hay momentos en los que "empieza a hablar solo señalando al cielo", "se muestra intranquilo, nervioso" y llega a perder el "equilibrio al levantarse a beber agua".