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¿Por qué ahora hay más incendios en el Mediterráneo?

La crisis climática siembra el terreno para incendios más frecuentes y virulentos

¿Por qué ahora hay más incendios en el Mediterráneo?

Mientras los países mediterráneos como España, Italia y Grecia vive un verano plagado de incendios, muchos se preguntan qué puede haber pasado para que en cuestión de semanas brote un fuego tras otro. ¿Cuáles han sido los desencadenantes de esta temporada de incendios? ¿Y tiene algo que ver la crisis climática en todo esto? Estas preguntas, lejos de tener una respuesta sencilla, muestran un diagnóstico complejo y lleno de matices. "Para entender por qué los incendios siguen una tendencia al alza hay que tener en cuenta al menos dos factores. El primero tiene que ver con la gestión y los usos del suelo. El segundo, con los efectos del cambio climático", resume Joan Pino, director Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF) en declaraciones a este diario. 

El primer factor a tener en cuenta, explica es científico, es que los incendios son un fenómeno es muy variable. Que broten más o menos fuegos depende, por ejemplo, de cuánto ha llovido en esa temporada, de cuánta biomasa se acumula en los ecosistemas, de las condiciones meteorológicas de esos días o del estado de los bosques. Un reciente estudio del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE-CSIC), de hecho, estima que los cuatro factores que aumentan el riesgo de incendios en una región son la ignición (el fuego o la capacidad de generar fuego), el combustible (la masa susceptible de ser quemada), las sequía y unas condiciones meteorológicas apropiadas. Una parte de estos factores, pues, depende de factores meteorológicos (incontrolables), mientras que la otra está sujeta a la actividad humana.

Riesgo de incendio

Este año, la temporada de incendios en el arco mediterráneo se ha prendido junto a la llegada de un verano especialmente tórrido. "El año pasado, la temporada de lluvias se alargó y llegamos al verano con una situación muy favorable. Este año, en cambio, el panorama es distinto. Ha llovido mucho menos y, aunque no ha hecho un calor excesivo, el suelo ya sufre más el efecto de las sequías", comenta Pino en referencia a la situación española. La confluencia de estos factores, que en un mundo inmerso en una crisis ecológica sin precedentes será cada vez más habitual, crea el escenario perfecto para que ante el mínimo error (o despiste) humano pueda brotar un gran incendio. "Conforme avance la crisis climática, tendremos temperaturas más altas, más olas de calor y, en definitiva, más condiciones favorables para que broten incendios", señala el científico. 

Una reciente investigación liderada por el CREAF muestra que el riesgo de incendios podría aumentar hasta un 64% si el aumento global de las temperaturas se sitúa por encima de los dos grados de media. Las predicciones indican que los países mediterráneos, además, destacarían entre los más afectados del mundo por este fenómeno. En estos momentos, según corroboran varios estudios, el Mediterráneo ya destaca como uno de los territorios más expuestos al calentamiento global. En países mediterráneos el calentamiento global avanza un 20% más rápido que en el resto del planeta. De seguir así, el calor extremo y las sequías podrían convertirse en un polvorín que se prenda con cada vez más frecuencia e intensidad. 

Un análisis realizado por los meteorólogos de 'eltiempo.es' confirma que el verano como es epicentro de los fuegos más devastadores en España. El informe señala que los meses estivales no solo concentran la mayor cantidad de incendios, sino que también destacan como aquellos con mayor superficie quemada. En Galicia, por ejemplo, los incendios sufridos en los últimos 30 años han arrasado con más de un millón de hectáreas; el equivalente a toda la superficie de Navarra. En los últimos cincuenta años, se estima que los incendios forestales en España han calcinado casi 8 millones de hectáreas.

"Sería incorrecto atribuirlo todo al cambio climático. Si queremos reducir el riesgo de incendios, también tenemos que hablar de gestión de los bosques, de despoblación rural y del abandono de los terrenos", matiza Pino. El experto, de hecho, recuerda que una correcta gestión forestal es indispensable para reducir el riesgo de incendios.

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