Airam del Pino Viera, nacido en la capital tinerfeña hace 35 años, admite que la vida le dio un vuelco en agosto pasado, cuando perdió el trabajo en Ibiza, por lo que decidió trasladarse a Santa Cruz, donde se instaló inicialmente en el domicilio familiar, si bien al estar casado y con un hijo de 9 años intentó buscar lograr otras alternativas alojativas que se le resisten.

Este chicharrero que pasó su infancia y juventud en los barrios de Ofra y Añaza admite que no ha tenido una vida sencilla, "pero todos tenemos derecho a equivocarnos y también la oportunidad de volver a recuperar una vida normal, después de saldar las deudas", precisa.

Desde que llegó de Ibiza, asegura que estuvo primero en casa de su madre hasta que acudió al Instituto Municipal de Atención Social que le proporcionó alojamiento de una pensión; su esposa, Lorena Serrado Fernández, de 37 años, asegura también pasó un tiempo en el Centro Municipal de Acogida. Airam reconoce que el pasado mes de octubre se registró un caso de covid-19 en la pensión donde el ayuntamiento le habían proporcionado plazas. "Me agobié y decidí marcharme y buscar una casa por mi cuenta".

"Un conocido me ofreció una casa y hasta le pagué una cantidad", explica, sin reproches, para admitir que se trataba de la vivienda que un conocido había dejado como okupa y que le ofreció para Airam, su esposa e hijos. En esta vivienda de Ofra estuvieron dos meses, hasta que le vino la orden de lanzamiento, que estaba marcada para el pasado 22 de mayo y que luego se retrasó para el 21 de julio. En esta segunda fecha, Lorena se trasladó a Málaga para realizar el seguimiento médico a su situación personal y, cuando regresó de nuevo a Tenerife, se encontró que Airam había perdido la vivienda porque precisamente la había okupado otra persona. "Yo no lo reprocho porque yo también estuve viviendo en una casa sin contrato", admite.

En este tortuoso camino por garantizar una techo a su esposa e hijo, asegura que encontró otra vivienda desocupada y, cuando se fueron a mudar, se encontraron que los propietarios habían colocado cerradura y alarma. "Eso pasó hace unas semanas, desde entonces estamos en la calle; y gracias a que contamos con la ayuda de compañeros de la plataforma antidesahucios", que han acogido a la madre y su hijo para que puedan pernoctar, y por la mañana se reúnen la familia.

Airam explica que el único dinero que tenía lo gastó cuando le pagó al conocido para que le diera la casa que iba a abandonar. Encima, Lorena, que tiene una discapacidad reconocida, asegura que desde que trasladó su domicilio a Tenerife ha perdido la pensión; de hecho, estos días están con los trámites para recuperar esta ayuda.

El marido de Lorena asegura que no puede acceder a ayudas porque está domiciliado en la vivienda de su madre, y la media económica de la unidad familiar le impide acceder a ayudas; eso al margen de que la relación entre su familia está deteriorada porque, según admite Airam, tuvo que elegir entre el amor y su madre y hermanos y se decantó por Lorena.

Este matrimonio precisa que su hijo, que nació hace nueve años en Tenerife, tiene reconocida una discapacidad porque sufre pies zambo, una malformación que se caracteriza por la posición de los talones con respecto a la piernas, encontrándose las plantas giradas hacia adentro. Lorena precisa que el seguimiento médico, que incluso ha incluido operaciones, se han desarrollado en Málaga, y ellos mismo han costeado como han podido las intervenciones de su hijo, a pesar incluso de tener ella su salud menguada.

Ayuda de la plataforma

Airam y Lorena aseguran que fue hace una semana cuando se enteraron que un grupo de personas afectadas por desahucios se movilizaban ante la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias. "Nos pusimos en contacto con ellos y desde entonces Airam pernocta aquí y yo en casa de unos compañeros con mis hijos. Estamos muy agradecidos porque nos tratan como si fuéramos su familia y están preocupados por nosotros".

Este matrimonio acude hoy a una nueva cita con la trabajadora social que lleva su caso. "Nos han dado ayuda, pero está claro que no ha sido la ayuda necesaria, porque mira donde estamos, sin un techo para nuestra familia", explica Airam. Este vecino de Ofra se lamenta: "Nos debería haber dado ayuda antes", si bien fue en agosto del año pasado vinieron desde Ibiza, y reconoce que desde que acudieron al IMAS le dieron plaza en una pensión. "Necesitamos una vivienda donde podamos hacer una vida normal como una familia", pide Airam, que recuerda su experiencia en el sector de la construcción y de la hostelería y el sector servicios. "Pedimos un techo, es lo único", dice como si fuera fácil conseguirlo. Y es que su esposa, Lorena, asegura que hay muchas viviendas vacías en Santa Cruz, "y hay familias como nosotros, con un niño con discapacidad y yo misma enfermedad que precisamos un techo. Por el trabajo que no se preocupen; eso ya me lo busco yo", asegura Airam, confía en que la reunión de hoy con los técnicos del IMAS le faciliten un techo.

Airam y Lorena precisan que su hijo, nacido en 2012, ha estado escolarizado en el colegio Ofra-Vistabella, si bien tramitan un nuevo centro para facilitar la movilidad del pequeño, que usa silla de ruedas. Garantizan que el pequeño y su madre cuentan con el apoyo ahora de miembros de la plataforma, que los acogen en su viviendas, pero reclaman un techo. "Este mes se nos acaba la tarjeta de alimentos que nos ha dado el IMAS; agradecemos esta prestación", admiten, a la vez que piensan en voz alta: "Necesitamos un techo para poder de la comida y disfrutar de la familia que somos".