Hay quien nunca lo ha leído y quien lo único que sabe de él es que es casi imposible volver a plegarlo correctamente. El prospecto de los medicamentos, la hoja impresa que acompaña cada preparación farmacológica y en la que se detalla su formulación, cómo tomarlo, los posibles efectos adversos y sus indicaciones se ha convertido con el paso del tiempo en un recurso al que solo se recurría cuando hacía falta. Pero ahí estaba. Sin embargo, el ministerio de Sanidad ha decidido poner en marcha una prueba piloto que podría suponer el fin de este documento. De seguir adelante, el prospecto de los medicamentos tiene los días contados.

A partir de enero, y como parte de esta prueba piloto, los medicamentos que se distribuyan a través de los servicios de farmacia de los hospitales ya no llevarán prospecto. En su lugar incluirán un código QR que permitirá consultar a través de internet toda la información actualizada disponible sobre el medicamento. Los pacientes podrán consultar en su móvil una versión digital del prospecto médico tras escanear cada uno de estos códigos.

Este documento impreso aporta información sobre la formulación del medicamento y los posibles efectos secundarios

Desde el ministerio argumentan que eliminar los prospectos impresos y plegados del interior de las cajas de los medicamentos mejorará el acceso a la información más actualizada y que, además, se ahorrará mucho papel. Los cálculos realizados por las farmacéuticas y por el propio ministerio revelan que cada año se emplean alrededor de 2.600 toneladas de papel para imprimirlo, además del consumo de tinta y el consumo de energía que conlleva su impresión.

Evitar la brecha digital de los más mayores

La eliminación de los prospecto médicos y sus sustitución por una versión digital accesible desde el móvil puede ser una alternativa válida para gran parte de la población. Sin embargo, el ministerio de Sanidad ha previsto que, de seguir adelante con este proyecto, las propias farmacias puedan entregar los prospectos impresos a aquellos pacientes que, como los más mayores, lo soliciten por no tener ni los medios ni las habilidades digitales necesarias.