A las flores de Pascua no les gusta el frío, por lo que se adaptan a la perfección a los inviernos suaves valencianos. De hecho, la Comunitat Valenciana es una de las comunidades en las que se cultiva este símbolo de la Navidad, cuya producción asciende a los nueve millones anuales en España. La que viste de rojo es la más conocida, pero la poinsettia puede lucir de muchas más tonalidades. Detrás de sus fascinantes colores, hay un minucioso trabajo de cultivo para su cuidado resulte más sencillo.
Y es que mantener perfecta esta planta originaria de México, que se ha convertido en la planta navideña por excelencia a nivel internacional, es más fácil de lo que parece. Los expertos de Stars for Europe (SfE), la iniciativa que representa a los principales productores de poinsettia en 22 países europeos, dan los mejores consejos para garantizar que estas brácteas conserven su reconocible color durante el máximo tiempo posible.
La C.Valenciana es una de las comunidades en las que se cultiva este símbolo de la Navidad
A continuación, algunas sencillas recomendaciones para sacar el mayor partido de esta planta:
1. Las flores de Pascua prefieren los ambientes cálidos de invierno, así que mejor escoger plantas que estén situadas en el interior de las tiendas en lugar de las cercanas a las entradas o en el exterior, ya que a las poinsettias no toleran las corrientes de aire frío.
2. Es recomendable elegir plantas con hojas de color verde intenso y uniforme, y brácteas de colores vivos. Una poinsettia sana no debería mostrar signos de amarilleo o caída de las hojas, así que hay que fijarse bien.
3. Una vez elegida, es aconsejable envolverla bien para el viaje hacia casa. Nunca hay que dejar a las poinsettias en un coche helado mientras se hacen otras compras, ya que no se llevan nada bien con los descensos bruscos de temperatura.
4. No puede pasar frío. Se debe mantenerla a una temperatura de entre 15 y 22 grados centígrados y protegerla de las corrientes de aire frío.
5. No se merece estar “castigada” en un rincón sombrío. Estas flores prefieren un lugar luminoso, la luz filtrada es preferible a la luz solar directa y fuerte para proteger sus hojas de quemaduras, aunque en invierno esto no debería ser un problema.
6. Películas, postales, anuncios de publicidad... Seguramente se pierda la cuenta de las veces que se le ve en la idílica imagen navideña en la que aparecen las flores de Pascua rojas junto a una chimenea. Pero, no hay que “achicharrarla”, es mejor mantenerla lejos de chimeneas, quemadores de leña y/o radiadores.
7. Ponerles agua en exceso es uno de los errores más comunes, la moderación es clave: se riegan sólo cuando la superficie del compost esté casi seca.
El secreto está en las hojas
Las hojas amarillas o colgantes indican que sus raíces están dañadas y la causa más común suele ser el exceso de agua, mientras que la causa de la pérdida de hojas de la poinsettia cuando éstas todavía están verdes es el aire frío o las corrientes de aire. Asimismo, las hojas secas indican que no tienen suficiente agua. Por último, si las hojas están manchadas o tienen las puntas marrones, la planta no tiene los nutrientes que necesita y deberás añadir regularmente un poco de abono al regarla.
Por último, para disfrutar de tus poinsettias durante el mayor tiempo posible, es recomendable comprarlas directamente en viveros o centros de jardinería, donde se puede pedir consejos para su cuidado a los especialistas que mejor las conocen.
