La atención primaria sigue sin ser estar entre las prioridades de las administraciones públicas. "Siempre ha sido la hermana pobre pero ahora es la hermana paupérrima del sistema sanitario, con problemas de financiación gravísimos y demoras en las citas intolerables", según denuncia Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), organización que ha realizado un estudio que demuestra que el gasto sanitario en los centros de salud "sigue siendo bajo" y aún se sitúa 0,74 puntos por debajo del de 2010, año en el que se efectuaron los primeros recortes presupuestarios en provocados por la crisis económica.

Los últimos datos de gasto consolidado, es decir, realmente producido, son de 2019 y el promedio nacional de inversión en centros de salud fue del 14,16% respecto al gasto sanitario total, 0,24 puntos por encima de lo destinado en 2018 pero todavía 0,74 puntos por debajo del 2010. A partir de esa fecha, no hay información de gasto consolidado y hay que recurrir a los presupuestos aprobados por las comunidades, que indican que la crisis del coronavirus ha hecho mella y las administraciones han decidido por fin aumentar la inversión en la atención primaria. Pero el crecimiento es "poco significativo", según Sánchez Bayle, quien advierte además que habitualmente los presupuestos incluyen más inversión de lo que realmente se gasta después.

A pesar de esa "desviación al alza" y que faltan datos de cinco comunidades, los presupuestos de 2022 indican que este año las administraciones prevén llevar a cabo una cierta recuperación del gasto, con un aumento del 0,77 respecto al 2019, hasta una inversión de 14,93% respecto al gasto sanitario total, que desde 2010 se ha incrementado pero debido al gasto farmacéutico y la inversión en atención especializada (consultas y hospitales).

Las diferencias

El informe ratifica además una gran variedad entre regiones. A la cabeza en porcentaje de inversión en primaria se sitúa Extremadura, con un 17,1, seguida de Cataluña, con 16,8, y en la cola sigue estando Madrid, con un 10,7 (por debajo del gasto de 2019, cuando junto a Baleares también se situó al final del ranking). "Estas diferencias hacen que sea muy difícil que se puedan dar las mismas prestaciones asistenciales en toda España, lo que genera grandes desigualdades", concluye el análisis de la FADSP.

La Federación, junto a las principales sociedades médicas, reclama una inversión de en torno al 25% del presupuesto sanitario en atención primaria, lo que supondría unos 10.000 millones más, de manera escalonada pero sobre todo en los próximos cuatro años. El montante debería destinarse a incrementar las plantillas y a que no haya profesionales sanitarios con más de 1.500 pacientes asignados, dado que en la actualidad el 37% de los médicos y enfermeras de familia tienen un cupo mayor a esa cifra, según el informe de la FADSP. La ratio de pediatría ha descendido pero, "probablemente, debido a la bajada de la natalidad".

La espera

En este contexto y dado que la pandemia ha provocado un aumento de las consultas (un 12,5%), el 34,7% de los pacientes señala que han tenido que esperar más de 6 días para ser atendido, lo que "significa negar la atención primaria y que muchos pacientes se aguanten, otros acudan a urgencias sin ser necesario y los que puedan vayan al sector privado", según el análisis efectuado por Sánchez Bayle.