Los toros de la ganadería gaditana de La Palmosilla han corrido un cuarto encierro de los Sanfermines 2022 veloz, con una duración de dos minutos y 29 segundos, y con las calles de Pamplona abarrotadas por los visitantes del fin de semana.

Según el primer parte médico, tras la carrera han sido trasladados a centros sanitarios cuatro corredores por diversos traumatismos.

Los casi inéditos en el encierro toros de La Palmosilla, con solo una intervención en 2019 que completaron sin corneados y con récord de velocidad ese año, han repetido su comportamiento noble y concentrado, pese a los lógicos momentos de peligro y las numerosas caídas de corredores por la alta participación.

Tras el tercer cántico a la hornacina de San Fermín para pedir su protección, la manada ha salido agrupada y compacta, guiada por los cabestros, entre los que iba camuflado un toro negro burraco que ha despistado a más de uno. Algunos de los momentos de tensión de la carrera se han vivido en la Estafeta, donde ha caído uno de los cabestros.

Veloces desde el principio, la torada ha enfilado sin problemas la Cuesta de San Domingo, donde un toro cerraba el grupo que encabezaban los mansos, también por la plaza del Ayuntamiento.

Tras soltar una coz al entrar en Mercaderes, cuya curva la manada ha salvado de forma limpia, la torada de nuevo se ha agrupado para avanzar por la calle de la Estafeta, donde se han registrado numerosas caídas de mozos e, incluso, de uno de los mansos, pero sin afectar especialmente al discurrir del acto.

Al final de la famosa calle dos de los toros han tomando el mando y propiciado bonitas carreras, que han lanzado a la torada hacia el tramo del Teléfonos, donde uno de los de la Palmosilla se ha quedado ligeramente rezagado aunque sin perder el hilo de sus hermanos.

También en el callejón la limpieza ha caracterizado la marcha, que ha continuado hasta que la manada ha accedido al coso taurino agrupada excepto por uno de los toros, separado algunos metros.

Sin embargo este ha seguido la estela de sus hermanos, que habían entrado poco antes directamente a los chiqueros sin necesidad de que los dobladores se empeñaran con ellos.