El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha reiterado este martes que el operario de limpieza que murió el sábado por un golpe de calor dependía de la empresa adjudicataria del servicio (en este caso Urbaser) y no del el Ayuntamiento, y que la inspección de trabajo es una competencia estatal.

En declaraciones a los medios en el estadio Wanda Metropolitano, Almeida ha agregado que las competencias de inspección del trabajo son estatales, por lo que "si se ha producido algún tipo de vulneración de la norma en prevención de riesgos laborales" es la Inspección de Trabajo quien tiene competencia para comprobarlo. A su vez, ha explicado que las relaciones entre las empresas adjudicatarias y el Ayuntamiento están reguladas en los "pliegos y condiciones técnicas", y lo que el Consistorio tiene potestad para inspeccionar es "el cumplimiento de esas prescripciones".

Almeida ha hecho estas aclaraciones sin afán "incriminatorio", ha dicho, al tiempo que ha subrayado que, cuando se produce una denuncia en el seno de las adjudicatarias, el Ayuntamiento "toma nota y actúa" haciendo las averiguaciones pertinentes y comunicándolas a las empresas.

En cualquier caso, Almeida ha dicho estar "en las soluciones, y no en la búsqueda de debates que son estériles". "Estamos en conversaciones con las empresas y con los sindicatos para ver qué condiciones son mejorables, qué horarios se pueden flexibilizar o qué calles se pueden limpiar de una u otra forma", ha abundado.

El regidor ha asegurado estar "abierto" a "todas las propuestas que puedan mejorar las condiciones laborales" de los operarios de limpieza".

El operario de limpieza víctima de la ola de calor, de 60 años, fue trasladado en estado grave el viernes al hospital Gregorio Marañón tras sufrir un golpe de calor mientras trabajaba en la avenida de San Diego, donde fue atendido por los facultativos de Samur-Protección Civil a mitad de la tarde, pero falleció en la madrugada del sábado.