Con los embalses gallegos en su nivel más bajo de los últimos 18 años y unas precipitaciones un 66 por ciento por debajo de lo normal, Galicia atraviesa una de las peores sequías de su historia. Cada vez son más los ayuntamientos que tienen que aplicar restricciones y buscar alternativas para garantizar el abastecimiento de agua a la población. Ante esta situación la Xunta ha aprobado una resolución que autoriza de forma excepcional a captar agua de los ríos y embalses pertenecientes a la cuenca Galicia-Costa para llenar cisternas que sirvan para asegurar tanto el abastecimiento a la población como el funcionamiento de las explotaciones agrarias y ganaderas.
Se trata de un mecanismo de autorización “excepcional y temporal para la captación puntual (sin derivación) de aguas públicas de ríos y embalses mediante el llenado de cisternas”. Aunque la Xunta ya otorgaba permisos para captar aguas públicas, el procedimiento ordinario se alargaba unos seis meses. Ante el escenario de sequía que sufre Galicia se habilita una solución “ágil” por la cual se resolverán las solicitudes en un plazo máximo de 10 días. Desde el Gobierno gallego piden a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil que permita también estas captaciones de urgencia.
Según explican desde la Consellería de Infraestruturas, esta medida está pensada “principalmente” para los usos agroganaderos, aunque podrán recurrir a estas captaciones “todos aquellos que lo necesiten”. En el caso del abastecimiento urbano, la Xunta aclara que las aguas tendrían que ser tratadas previamente, a través de una estación potabilizadora, por ejemplo.
Esto facilitará a los concellos recurrir a cisternas para garantizar el abastecimiento de la población. En algunos ayuntamientos como los lucenses de Ribas de Sil y Sober ya se está llevando agua a los vecinos de algunos núcleos de población en cisternas. Y en Forcarei (Pontevedra) se puso en marcha un plan urgente que consiste en un refuerzo del bombeo en Soutelo de Montes y el uso del camión motobomba municipal como camión cisterna para trasvasar agua desde otros puntos. Mientras, en Ribadavia (Ourense) el concello está repartiendo garrafas de agua entre los vecinos.
La Xunta ha activado la alerta por escasez de agua en la cuenca del Lérez así como en el sistema de explotación del río Anllóns y la costa que abarca desde A Coruña hasta Arteixo, pero la situación es crítica también en los embalses de Zamáns y Bahíña, de los que se abastecen Vigo, Nigrán y Baiona. De hecho, el gerente de Aguas de Galicia mantuvo ayer un encuentro telemático con representantes de Vigo y de Baiona, al que no asistió ningún representante de Nigrán, para abordar la evolución de los recursos hídricos en estos municipios.
La Xunta instó a estas corporaciones locales a intensificar las medidas de ahorro de agua, puesto que las reservas de los embalses de Zamáns y Bahíña se encuentra con una ocupación inferior al 25% respecto al pasado año. Aguas de Galicia solicitó a los concellos datos precisos sobre el consumo de agua captada en estos embalses, así como las medidas que están adoptando ante la situación de sequía.
Al margen de la alerta que supone esta escasez de agua, la sequía está dejado al descubierto joyas como el campamento romano y la mansión-viaria de Aquis Querquennis, en Bande, que solo se puede visitar cuando baja el nivel de embalse, o el antiguo pueblo de Portomarín, en Lugo.
