El Govern balear aprobó el pasado mes de mayo un decreto ley por el que se modificaba la Ley 7/2013 para intensificar la lucha contra las fiestas ilegales en Balears y, especialmente, en la isla de Ibiza. El cambio normativo, que contó con el visto bueno del Consell y de los cinco ayuntamientos, tenía un objetivo claro: hacer frente a la proliferación de fiestas ilegales, sobre todo las que se llevan a cabo en viviendas y en determinados ámbitos de suelo rústico.
Además, el texto recoge que las sanciones llegan a todos (organizadores, propietario del inmueble, colaboradores, quienes venden entradas, hacen publicidad, proporcionan medios materiales como equipos de sonido, djs, encargados de suministrar el catering, transporte, etc. y todos los participantes), siempre y cuando se pueda demostrar que dicha actividad tiene ánimo de lucro.
Sin embargo, desde que se modificara la ley solo se han detectado dos fiestas ilegales en lo que va de temporada en la isla. Así lo confirman los propios ayuntamientos, que son los que tienen la capacidad sancionadora.
Ambas en el municipio de Santa Eulària y, según informan fuentes municipales, "son de las que se tiene constancia que hay un beneficio económico". Por ello, se han levantado dos actas de infracción, aunque no han dado más detalles "porque todavía está instruyéndose el expediente de cada una de ellas".
Las dos fiestas se han detectado en Santa Eulària. Sant Antoni y Sant Josep sancionaron a cuatro antes de cambiar la ley
En Sant Josep se detectaron dos fiestas ilegales y se han levantado dos actas a los organizadores, pero antes de que se modificara la normativa.
Al igual que en Sant Antoni, cuyo Ayuntamiento ha propuesto una sanción de 30.000 euros al organizador de una fiesta ilegal celebrada el pasado mes de abril al constatar que vendía entradas con consumición. "Se ha abierto un expediente y está en proceso de resolución, ya que se han presentado alegaciones", informan desde el Consistorio.
Al margen de los ayuntamientos, el Consell de Ibiza contrató, al igual que el año pasado, a un equipo de detectives para detectar y tratar de evitar la celebración de este tipo de eventos.
Sin embargo, desde la institución explican que no facilitarán datos hasta el final de la temporada turística.
Ruidos
En lo que va de temporada, los agentes de la Policía Local de Ibiza han interpuesto un total de 14 denuncias tras las quejas de vecinos por ruido en pisos situados en el municipio. "Estas denuncias se han enviado a sanciones y la cuantía oscila entre los 750 y los 3.000 euros, según la gravedad de cada caso".
Por el mismo motivo, Santa Eulària ha interpuesto, en los últimos meses, tres sanciones por superar los niveles de ruido en tres viviendas tras comprobar, mediante la realización de sonometrías, que se superaban los decibelios permitidos. En Sant Josep aseguran que se han reducido «a la mitad» las denuncias por ruido respecto a 2021, aunque no han especificado la cifra.
Finalmente, en el municipio de Sant Joan, consta un informe de denuncia por molestias a los vecinos por el elevado volúmen de la música en una vivienda, explican fuentes municipales.
