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Tras la muerte de Isabel II

Españoles en Londres, en "shock" y expectantes ante el futuro de la monarquía

La emigración en el Reino Unido reconoce la magnitud de la figura de Isabel II y teme por la estabilidad del país en el difícil contexto actual

La Reina Isabel II.

La vida no se detiene y mucho menos en Londres, ni siquiera por la muerte de la Reina de Inglaterra. A Pablo Luis Álvarez, investigador en el Royal College of Art, en Londres, donde reside desde hace ocho años, la noticia le llegó de camino al gimnasio; a Javier Fernández Hidalgo, director del restaurante Hispania, en plena "city" londinense, le sorprendió con el establecimiento lleno. Ambos son asturianos y si bien el primero intuía la inminencia de la muerte de la Reina, porque estaba pendiente de la información que se iba difundiendo, el otro, que la conoció personalmente cuando presidió la Cámara de Comercio de España en Londres, se declaraba en estado de "shock".

En lo que coincidían ayer Pablo Luis Álvarez y Javier Fernández Hidalgo es en la excepcionalidad de Isabel II. "Setenta años de reinado hacen que parezca un dios vivo, un personaje legendario; la gente que ahora tiene 70 años solo ha conocido a esta Reina y su reinado se ha extendido nada menos que durante un tercio de la historia de Estados Unidos desde su independencia", destacó el historiador. El hostelero, por su parte, insistió en que "tenía un magnetismo y una energía brutales: marcó toda una época y se lo pone difícil a su hijo".

Hidalgo cuenta que, pese a la edad de la soberana, la noticia de su muerte cogió a todo el mundo de sorpresa y en su local, frente a la sede del Banco de Inglaterra, ayer por la tarde "no se hablaba de otra cosa". "Estoy seguro de que la gente lo ha sentido", señaló.

Para Pablo Luis Álvarez la muerte de Isabel II es un acontecimiento decisivo. "El siglo XX ha terminado con la conjunción de la guerra de Ucrania y la muerte de la Reina", manifestó. Y no llega en un buen momento. "Hay una gran fragilidad institucional y millones de británicos que no pueden pagar su calefacción o que tienen que elegir entre comer y pagar el billete de autobús", destacó. Además, añadió que la popularidad de la monarquía está en horas bajas: "Un 60 o 65% de la sociedad británica apoya incondicionalmente la monarquía, puede parecer un porcentaje alto pero es el más bajo de la historia".

En eso discrepa con la psicóloga ovetense Cristina García Llavona, que reside en el centro de Londres desde hace 28 años. "Allí la Reina es muy querida. En el Jubileo se vio a un país muy unido en torno a ella", afirma. García Llavona, estos días de visita por Asturias, está a punto de regresar a Londres y siente curiosidad por ver la reacción de la población ante el acontecimiento, incluso sobre sus propios pacientes. Habrá que acostumbrarse, admite: "Se nos hace raro hasta hablar de rey, en lugar de reina". Estaba en Londres cuando falleció la Princesa Diana y recuerda bien la repercusión y el ajetreo en las calles.

Pablo Luis Álvarez, que reside en Inglaterra desde hace ocho años, asegura que los ciudadanos británicos ven al "Príncipe de Gales y su esposa, la duquesa de Cornualles, con más afecto del que se cree en España. El es un hombre muy sofisticado, culto, refinado e inteligente, concienciado con el cambio climático y la sostenibilidad desde hace muchos años, muy interesado por el mundo agrario y por recuperar las tradiciones".

Luisa Sutton, inglesa, de Evesham, se estableció en Asturias hace cuatro años, reside en Teverga y disiente del historiador en lo que al heredero se refiere. Opina que "Carlos no va a ser tan popular como ella. Ella hacía su trabajo, vivía para eso. Carlos es ya mayor, no se si pasará pronto la corona a su hijo. No estoy muy a favor de la Familia Real, ni en contra. Es una parte de nuestra historia y atrae mucho turismo, eso es todo", comenta la profesora de inglés. También ella repara en lo delicado del momento en el que se produce el traspaso de la Corona. "El país está en una época muy inestable, con el cambio político, la inflación... La Reina daba sensación de estabilidad. Ella vivió cambios radicales en la historia del país y siempre estuvo ahí", señala.

Esa estabilidad es lo que más apreciaba de ella Juan Sabugueiro, que nació en Cangas de Onís e iba para sacerdote cuando se cruzó en su camino una joven irlandesa, con la que acabó casándose y con ella lleva viviendo 59 años en el norte de Londres. "Era un continuo de la nación. Muchas cosas cambiaron en los años en que yo llevo allí, pero la Monarquía, que ella llevó estupendamente, siempre estuvo ahí. Era muy querida por el pueblo", afirma y reconoce que al verla fotografiada junto a la nueva primera ministra, hace un par de días, no se imaginaba que su muerte pudiera estar tan cercana. "Después de más de 70 años pensar en otro rey es difícil. Charles tiene una personalidad distinta, es un poco controvertido, la Reina mantenía un papel político independiente y él a veces...", señala. "Las cosas tendrán que cambiar, empieza una nueva era, él tiene una educación distinta, hará las cosas de manera diferente", añadió Juan Sabugueiro. También él reconoció ayer estar "en shock" con la noticia

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