Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Persecución talibán

Elnaz, la chica que escapó de los talibanes para soñar con las estrellas desde Galicia

La astrofísica gallega Ana Ulla, ayudada por asociaciones y un chiringuito de Vilaboa, logra salvar de la persecución talibán a la joven astrónoma afgana

Elnaz Usmani (1i), con su familia, ayer, en Nigrán. Marta G. Brea

Elnaz Usmani es una joven de 16 años que desde hace tres estudia minuciosamente el cielo. Como astrónoma aficionada, formaba parte de un grupo –denominado Kayhaneh– junto a otras cuatro chicas que buscaban obtener respuestas a su curiosidad de saber enfocada en el universo. Desde Herat, en Afganistán, lograron que la Asociación Internacional de Astronomía valorase su trabajo entre los cinco mejores del mundo lo que les valió el regalo de un telescopio y otros materiales.

La llegada de los talibanes al poder el pasado año–¿recuerdan? con el abandono de las tropas internacionales del país– provocó un exilio de cientos de miles de personas que huyeron. Entre ellas, figuraba la familia de Usmani, sus padres y tres hermanos.

En su caso, tuvieron suerte, se libraron de la muerte, ya que los talibanes han puesto en su diana a mujeres científicas como esta astrónoma. Ya se sabe que los totalitarismos abominan de la reflexión y el estudio.

La familia logró un visado para entrar en Irán donde han estado viviendo en los últimos meses. “Los talibanes no saben que yo estoy aquí”, comentaba Elnaz ayer con los ojos enormes y un perfecto inglés a esta periodista tras recibir una recepción-homenaje en el CEIP Humberto Juanes de Nigrán (Pontevedra).

Que Elnaz haya llegado a Galicia donde dice sentirse “a salvo” –ni siquiera pensaba que lo estaba en Irán– se ha logrado por una cadena de hitos, como una vía láctea de la suerte.

Las respuestas las encontramos ayer en el colegio de Nigrán. Pasaban de las 12.30 de la mañana cuando cerca de 200 escolares de cuarto, quinto y segundo curso formaban un enorme pasillo de bienvenida en el que se encontraba también el alcalde, Juan González, que al remate ofreció unos obsequios a la familia. En la pancarta principal, con fondo lila y llena de dibujos de planetas y estrellas (hasta estaba la cabecita de la perra Laika con su casco), se leía en inglés “Un universo para Elnaz”. Otras pancartas de menor tamaño ponían “Persigue tus sueños”, “Eres valiente”, “Chica poderosa”, “Puedes hacerlo”.

El ruido del alumnado era atroz hasta que una profesora avisó de que la familia Usmani había llegado. Entonces, se produjo un silencio tan solemne que hasta cautivó al profesorado. De hecho, la profesora de inglés, Vero Fernández, que hizo de traductora, recalcaría minutos después a Elnaz: “Los niños están en silencio y es por tu causa”, para denotar el cariño, respeto y admiración que sentían por ella.

Algunas alumnas lloraron emocionadas al abrazar a la joven. Marta G. Brea

Solo rompieron el silencio para darle la bienvenida en su idioma y después hacerle varias preguntas y escuchar las intervenciones de varios adultos. Por un lado, la profesora Cristina Fernández recordaba que “nunca imaxinamos que traballando o sistema solar no que estabamos traballando –como proyecto del curso– ía pasar o que hoxe está pasando”, para hacer hincapié en el trabajo de mujeres rurales, de la comunidad educativa y diferentes organizaciones para poner en marcha un operativo para regalar a una niña que vivía baja la dictadura talibán.

A continuación, la doctora Amaia Pérez-Izaguirre –que trabajó con Médicos sin Fronteras en Afganistán antes de los talibanes– recordó al alumnado que consideren el ir a la escuela como algo muy preciado ya que hay lugares en el mundo donde niñas o niños no pueden ir.

Amaia comentó cómo hace un año la astrofísica gallega Ana Ulla ­–profesora en la Universidade de Vigo– coincidió con ella en clases de afgano en Vigo. Un día, abrumada por la llegada de los talibanes, le comentó que quería ayudar a traer a España a astrónomas de Afganistán para salvarles la vida.

Gracias a que Elnaz había estudiado inglés por su cuenta –al igual que astronomía– se pusieron en contacto con ella para comprar los billetes de avión y que viajasen de Irán a Galicia. Sin embargo, faltaba dinero para poder adquirirlos todos.

Ahí fue donde la cadena de ayuda se expandió con Elena Rodríguez. Una mañana, en su chiringuito en Deilán Praia, Ana Ulla apareció muy apesadumbrada y le comentó el problema. Elena explicaba ayer en Nigrán que se les ocurrió recaudar dinero con una fiesta y mercadillo solidario. El éxito fue total.

Amaia, Elena y el alcalde, con el profesorado y la familia. Marta G. Brea

Ahora, Elnaz vivirá con su familia en Sobrado dos Monxes (Lugo). Los niños en Nigrán le preguntaron cuál era su planeta preferido, a lo que ella respondió que aún no los había estudiado lo suficiente como para decantarse por uno del universo. No obstante, confesó que su ilusión era ir a la Luna.

En una entrevista, admitió que no sabía antes mucho de Galicia. “No me imaginaba que esto era tan maravilloso. Estoy muy feliz”, explicaba para detallar que “yo era una mujer que aparecía en los medios y los talibanes comenzaron a matar a las mujeres que aparecían en los medios. Tengo algunas amigas allí pero no puedo comunicarme con ellas, como tampoco puedo con mi profesora y mi tía”. Por supuesto, su sueño es ir a la Luna, pero también algún día volver a su tierra en paz.

Compartir el artículo

stats