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Salud

Metástasis, cuando el diagnóstico del cáncer de mama es que no tiene cura

El 5% de las pacientes oncológicas con esta dolencia tienen que aprender a vivir con la enfermedad de forma crónica y encadenando tratamientos, ya que ésta se reproduce en varias zonas de su cuerpo

Mari Carmen Belmonte relata su experiencia. ISRAEL SÁNCHEZ

En más del 90% de los casos el cáncer de mama tiene cura. Pero hay algo más de un 5% en los que la enfermedad no tiene ese lado tan rosa que lo caracteriza. Un 5% de las pacientes diagnosticadas afrontan un tipo de cáncer de mama conocido como metastásico, ese que ha ‘aprendido’ a moverse por el cuerpo y aparecer donde los médicos menos se lo esperan. Ese cáncer no tiene cura y quienes lo sufren tienen que aprender a convivir con él de por vida.

Hacia esas pacientes se dirige este año la campaña que las asociaciones ponen en marcha para conmemorar el Día Internacional del Cáncer de Mama, que se celebra el próximo 19 de octubre, y que persigue mostrar esa cara más amarga y que en ocasiones pasa desapercibida.

La presidenta de la Asociación Amiga de Ayuda a Mujeres con Cáncer de Mama, Catiana Martínez, subraya que es necesario hablar también del cáncer de mama metastásico, ya que "esa es una realidad muy distinta".

Martínez indica que en ese algo más de un 5% de los casos el cáncer no está localizado sino que se extiende y migra a otras partes del cuerpo.

"El impacto para estas pacientes es mucho mayor, ya que en el mismo momento en el que conocen el diagnóstico saben que no se van a curar y tendrán que convivir de por vida con la enfermedad", explica la presidenta de Amiga.

Curva ascendente

Los casos de cáncer de mama, lejos de estabilizarse o reducir su número, siguen creciendo año tras año, tanto a nivel nacional como en la Región de Murcia. En parte, esto se debe también a los programas de diagnóstico precoz que permiten detectar la enfermedad en las primeras fases logrando también un mejor resultado de los tratamientos.

Según las cifras recogidas por el Observatorio de la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer), el cáncer de mama es el segundo más frecuente en la Región de Murcia tras el de colon, con 980 casos el pasado año 2021 frente a los 1.115 del colorrectal. Tras estos se encontrarían el cáncer de próstata (966 diagnósticos en la Región en 2021); pulmón (822) y de piel (574), entre otros, y hasta llegar a los 7.902 diagnósticos oncológicos que se hicieron el pasado ejercicio en la comunidad.

Los casos de cáncer de mama han aumentado en más de un centenar anuales en los últimos seis años en la Región de Murcia. De esta forma, se ha pasado de los 890 que se contabilizaron en 2016 hasta los 980 de 2021 y en este año 2022 ya se han registrado 997 a falta de dos meses para finalizar.

El mismo Observatorio de la AECC hace una predicción de la incidencia a futuro, tanto nacional como por comunidades, y estima que en 2025 la Región llegará a los 8.608 casos de cáncer anuales y hasta los 10.956 casos en el año 2040. Mientras que en cáncer de mama se espera alcanzar los 1.112 diagnósticos anuales en 2035.

Investigación

El consejero de Salud, Juan José Pedreño, recuerda con motivo del Día del Cáncer de Mama que la Región de Murcia está entre las comunidades con menor incidencia y mortalidad de cáncer de mama, según un estudio de la Sociedad Española de Oncología Médica, "gracias a que el tratamiento de la paciente puede ser determinado entre más de 20 especialistas que conforman comités multidisciplinares".

El responsable de Salud también hace hincapié en que "en la Región de Murcia se apuesta por la investigación, y el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria va a seguir potenciando los ensayos clínicos sobre el cáncer". Actualmente, el IMIB tiene en marcha más de 200 ensayos en Oncología, de los que alrededor de 50 son precisamente en cáncer de mama.

Los especialistas sostienen que los continuos avances en investigación del cáncer de mama en los últimos años están transformando su historia natural y su manejo, aunque también suponen un reto para ellos, que deben actualizar sus conocimientos con el fin de ofrecer a los pacientes las mejores opciones dentro del diagnóstico y tratamiento.

El doctor Álvaro Rodríguez- Lescure, miembro del grupo español de investigación en cáncer de mama GEICAM y jefe del servicio de Oncología del Hospital General Universitario de Elche, también destaca la importancia de apostar por la formación médica continuada.

"Ahora sé que no se va a ir, tengo que aprender a vivir con el cáncer"

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Un día en el que durante una ducha te tocas y te notas algo en un pecho. Así es como comienzan muchos de los diagnósticos de cáncer de mama y así es como empezó también la lucha de Mari Carmen Belmonte con esta enfermedad. En su caso, tiene claro que nunca se curará del cáncer, su diagnóstico es un cáncer de mama metastásico que le obligará a vivir con él toda la vida, con momentos mejores y otros peores y metida de lleno en una espiral de tratamientos.

Esta murciana de 46 años, casada y con dos niños de 9 y 12 años de edad, reconoce que ha habido momentos duros y "aunque físicamente estoy bastante machacada, anímicamente soy fuerte y cuento con el apoyo de mis compañeras de la asociación Amiga, en ellas encuentro el abrazo que más necesito". Fue en el verano de 2017 cuanto esta murciana se notó un bulto, al que en un principio no le dio importancia porque de joven había tenido algún nódulo benigno, según cuenta. Pero lo comentó con su médico y de inmediato la derivaron para hacerle las pruebas oportunas.

"Empecé a preocuparme cuando vi que a los médicos les dio la prisa y comenzaron a correr, haciéndome hasta tres pruebas distintas en una misma semana", explica. En septiembre de ese año le diagnosticaron cáncer de mama, "pero los especialistas me dijeron que no me preocupara, que un año más tarde estaría estupenda y lo habría superado, y así fue". Mari Carmen se sometió a ocho ciclos de quimioterapia cada tres semanas para reducir el tamaño del tumor y tras estos pasó por el quirófano.

"Tenía tantas ganas de que desapareciera el bicho que estaba deseando operarme, lo quería fuera de mi cuerpo. Por eso dije a los médicos que si había cualquier duda cortaran lo necesario, lo que hiciera falta". De ese quirófano salió con un pecho menos y tras recuperarse de la operación se sometió a un mes de radioterapia y tratamiento preventivo. En 2019 llegó incluso a incorporarse a su trabajo de funcionaria. Pero en una revisión rutinaria, en febrero de 2021, los médicos vieron lesiones a nivel hepático.

El cáncer había vuelto a aparecer y ahora estaba en el hígado. Mari Carmen Belmonte explica que hay un porcentaje de mujeres a las que se les desarrolla de nuevo el cáncer, "por lo que he vuelto a los tratamientos para intentar que no se siga extendiendo". Con la fuerza que la caracteriza indica que este diagnóstico ha sido distinto al primero en el que le dijeron que tenía cura, ahora es un cáncer metastásico.

"Ahora sé que no se va a ir, tengo que aprender a vivir con el cáncer, hacerme su amiga, porque me va a acompañar toda la vida", afirma. Esta paciente lleva cinco líneas de tratamiento distintas. "Cuando los médicos ven que el cáncer se ha hecho inmune cambian a otro tratamiento nuevo", explica. Pero la toxicidad es acumulativa, por los que reconoce que en ocasiones le flaquean las fuerzas.

En estos momentos se apoya mucho en sus compañeras. "A la familia y los amigos siempre les dices que estás bien cuando te preguntan, pero con ellas te ves arropada, recibes un abrazo renovador porque han pasado lo mismo que tú", indica esta paciente. Sus hijos han vivido la enfermedad como algo normal, dice, "eran pequeños, tenían 4 y 7 años, cuando me diagnosticaron la primera vez y se me cayó el pelo, por lo que les hacía gracia que llevara peluca y jugábamos con ellas en casa". Mari Carmen tiene claro que hay que confiar en la ciencia y pide que los nuevos tratamientos que han salido en Europa lleguen lo antes posible a España.

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