Parecía el guion de una película de ciencia ficción pero no. Un cohete chino sin control ha obligado a cerrar parte del espacio aéreo español por riesgo a que su reentrada en la atmósfera y posterior caída pudiera afectar el tráfico aéreo comercial. Por el momento, y según las informaciones de quienes están monitorizando minuto a minuto la caída de los restos del cohete, la chatarra espacial ya ha pasado sobre el espacio aéreo nacional y sigue su trayectoria descendente sobre el Mediterráneo.

El punto final de colisión es impredecible aunque los modelos apuntan a que será un lugar entre el mar Mediterráneo, la península arábiga o el océano Índico.

Además del aeropuerto del Prat, el paso de los restos del cohete también han obligado a cerrar durante unos minutos el aeropuerto de Castellón. De hecho, el aeropuerto de Castellón se ha visto obligado a suspender su actividad durante unos cuarenta minutos en lo que a salida o llegada de vuelos se refiere por la presencia en el espacio de restos de un cohete chino que está fuera de control. El recinto se sumó de este modo a otros como el de BarcelonaReus Ibiza, que tomaron la misma determinación por el peligro que supone la presencia de este elemento.

Pero de dónde ha salido este cohete

En primer lugar hay que dejar claro que no se trata de un misil, sino de un cohete empleado para poner en órbita parte de la futura espacial china. De hecho es el cuarto cohete que el gigante asiático lanza al espacio. El cohete partió desde el Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang, en Hainan, el lunes. Es el último de los previstos por el momento.

Estos lanzamientos forman parte del proyecto para construir la primera estación especial china, que estará acabada antes de finales de año y se llamará Tiangong (Palacio Celestial, en castellano). Este cohete, además, tenía una misión concreta: enviar el módulo del laboratorio Mengtian a la pequeña ciudad científica flotando en el espacio.