Ghosting: cuando tu cita se esfuma sin decir adiós

Se trata de un comportamiento muy dañino para la persona que lo sufre

Ghosting: cuando tu pareja desaparece sin decir adiós.

Ghosting: cuando tu pareja desaparece sin decir adiós.

En 2018, un estudio del Journal of Social and Personal Relationships reveló un dato estremecedor: una de cada cinco personas del mundo había sufrido ghosting al menos una vez en su vida. Y desde entonces hasta ahora el fenómeno se ha multiplicado exponencialmente y sigue creciendo a un ritmo vertiginoso, así que ese porcentaje es probable que haya aumentado al mismo ritmo que el ghosting se va adueñando de las relaciones personales o de pareja, marcadas desde hace tiempo por la proliferación de nuevos términos para definir determinados comportamientos como el pocketing, el novedoso cuffing season o el benching.

Los números, por escandalosos que nos parezcan, no son sino reflejo de la sociedad actual, profundamente volcada en las redes sociales y en la globalización y enorme alcance que estas ofrecen. Y el ghosting es, precisamente, un fenómeno favorecido por las redes sociales y el anonimato en el se esconden muchos perfiles.

Pero, ¿qué es el ghosting? ¿Lo tienes claro? ¿Has sido víctima alguna vez de este comportamiento?

Ghosting: qué es

El ghosting, que proviene de la palabra inglesa 'ghost' (fantasma) es la desaparición absoluta de la persona con la que se mantiene una relación, ya sea sentimental o no (aunque es muy típico en este ámbito), como forma inesperada de acabar una relación. No suele estar anticipado por ninguna señal previa, sino que de repente esa persona deja de responder a tus llamadas y mensajes, deja de seguirte en redes sociales, y deja de dar señales de vida en todos los sentidos. Como si le hubiera ocurrido algo. Pero no le ha sucedido nada: simplemente ya no le interesas. Así de duro.

A simple vista, cualquiera podría pensar que no cuesta nada dar una excusa para salir de la vida de otra persona (dónde ha quedado el típico 'no eres tú, soy yo') y cortar la comunicación y la relación con ella, pero en el mundo actual, en el que muchas relaciones surgen de manera virtual, ya sea a través de las redes sociales o las aplicaciones de citas, una de las últimas tendencias es evitarse el papelón de tener que dar explicaciones y coger la calle de en medio: desaparecer sin decir nada.

Los problemas que genera el ghosting

El mayor problema del ghosting es el daño que puede hacer a la persona que lo sufre, ya que golpea directamente en la línea de flotación de la autoestima. Del miedo por si a esa persona le ha ocurrido algo (habías quedado con ella pero, de repente, ni aparece ni contesta a las llamadas o mensajes) se pasa rápidamente a la incredulidad al advertir que te acaban de dejar plantado/a sin darte ninguna explicación y, sobre todo, sin ningún motivo real para comportarse de una forma tan deleznable. Luego llegan la decepción y la vergüenza.

Reconocer el ghosting es sencillo: de pronto la persona con la que habitualmente hablabas, te mensajeabas o incluso quedabas para salir, desaparece y te hace el vacío absoluto. Ya no hay mensajes, ni comentarios, ni llamadas, ni citas. Nada. Como si se la hubiera tragado la tierra. Le escribes y te lee, pero sigue sin responder. Le preguntas si se encuentra bien, si le ha ocurrido algo, pero tampoco contesta.

Ante esta situación, ¿cómo afrontar un comportamiento de ese tipo? Sencillo: hay que pensar que el problema no lo tienes tú, sino la persona que te ha hecho ghosting. Además, debes saber que es normal sentir dolor y decepción por ser tratado/a así, pero también has de ser consciente de que tú no eres el culpable y que el problema lo tiene la otra persona, por no respetar los sentimientos de los demás y optar por acabar con todo por la vía rápida, sin explicaciones y sin afrontar la situación.