Entrevista

Jon Sistiaga: "Cursach es un tipo duro, a veces en la noche tienes que moverte en las sombras"

"El documental respeta la verdad judicial, pero juega con la verdad en la que aún cree mucha gente"

Jon Sistiaga, fotografiado el pasado verano en Palma.

Jon Sistiaga, fotografiado el pasado verano en Palma. / B. Ramón

Jaume Bauzà

Jon Sistiaga (Irún, 1967) es un reconocido y experimentado reportero que ha cubierto zonas de conflicto y se ha adentrado en el mundo de ETA. En esta ocasión disecciona en un documental sonoro de siete capítulos el caso Cursach, la mayor causa judicial de la historia de Balears. Por El amo de la noche desfilan muchas voces que cuentan su verdad. Y como decorado, esa Mallorca en la que todo el mundo se conoce.

¿Cómo llegó al caso Cursach? ¿Y cuándo empezó a interesarle tanto como para convertirlo un documental?

Empecé a seguirlo cuando surgen titulares tipo ‘Detenido el amo de la noche’ y le vemos en una fotografía saliendo de un furgón policial esposado. Leí y me di cuenta de que la trama tenía todos los ingredientes: un mafioso, políticos corruptos, policías chantajistas, cocaína, prostitutas, sicarios, un juez y un fiscal apartados... Justo antes de que empezara el juicio hablé con uno de mis jefes de Sonora de que este caso tenía todos los ingredientes para una buena novela de género negro.

Y en ese momento todavía faltaban las lágrimas del fiscal.

Exacto, todavía no conocíamos el final. Los documentales sonoros los haces sobre historias que revisas de manera pausada. En este caso el material estaba vivo. Cuando me puse a trabajar se fijó el juicio, mucho antes de lo que yo tenía previsto. Y también acabó mucho antes de lo que pensábamos, y además con una absolución. Este documental respeta la verdad judicial que no existía cuando empezó a escribirse, pero a la vez juega con la posible verdad en la que todavía cree mucha gente y que no ha conseguido demostrarse. Intentamos mantener una exquisita neutralidad, escuchando a casi todos los protagonistas.

¿Lo podría haber hecho un periodista de Mallorca?

La suerte de meterme en este tema sin ser de Mallorca es que no conocía a ninguno de los implicados. En el caso Cursach ha habido una enorme polarización mediática. Los principales medios de comunicación, sobre todo de prensa, se posicionaron a uno u otro lado de la balanza: o Cursach era un mafioso sin discusión, o era un prohombre que daba trabajo a mucha gente. Creo que los medios tendrían que hacer autocrítica por haberse metido en esa carrera por defenderle o defenestrarle, y por conseguir supuestas exclusivas que avalaran uno u otro sesgo informativo. Sin desmerecer a nadie, yo jugué con la ventaja de meterme allí sin conocer a nadie, y de que soy un tío respetado por mi trabajo anterior. También jugó en mi favor no venir marcado por una línea editorial.

El documental también habla de esa Mallorca que calla, en la que todos se conocen y en la que muchos miran hacia otro lado. ¿Sin esa Mallorca no podría haber existido Bartolomé Cursach?

El segundo capítulo se titula Sicilia sin muertos, es un capítulo para poner paisaje y contexto. ¿Sin esa Mallorca no hubiera existido alguien como Cursach? Señores como él existen en todos los lugares de ocio. Ahora bien, ¿Se dan los elementos para generar un personaje que ha vivido siempre en la sombra y conectado con los grandes poderes? Igual eso ya no ocurre en todos lugares. Un periodista de Mallorca no habría tenido la distancia que conseguí tener yo. Iba por Palma y veía que todos se conocían, y cuando iba de una cita a otra ya se sabía con quién había estado anteriormente. Y me daba cuenta de que muchos de los protagonistas se conocían desde mucho antes, como el abogado principal de Cursach, Enrique Molina, que había sido compañero de carrera del fiscal Subirán. Todos van a los mismos bares, a los mismos restaurantes y a las mismas calas.

Una de las cimas del reportaje son los testimonios del juez Penalva y del fiscal Subirán. ¿Le costó convencerlos de que aceptaran la entrevista o tenían ganas de hablar?

El juez tenía ganas de hablar, pero al fiscal le costó bastante más. Sigue sufriendo estrés postraumático, iba con pies de plomo y me costó que se abriera. No sé cómo se verán retratados en el documental. He hablado con ellos y con Cursach.

¿Le ha gustado el documental?

Todavía no lo ha escuchado. Pero me agradeció que le llamara para decirle que ya estaba y, como les he dicho a todos, no se hacen documentales para gustar o para no gustar, se hacen para contar cosas. Ojalá se sientan enfadados por algunas cosas y agradados por otras.

Cuenta que le costó semanas convencer al testigo 29 para ser entrevistado. ¿Qué se escuchaba al otro lado del teléfono cuando pronunciaba el apellido Cursach?

Casi todas las entrevistas se realizaron antes del juicio. Era un momento en el que había muchas ganas de hablar entre aquellos que consideraban que Cursach debía ser condenado. Y menos ganas entre los que defendían su inocencia. A medida que avanzaba el juicio, las tornas cambiaron. El 90% de las personas a las que he querido entrevistar me han dicho que sí. Cursach también me llegó a decir que sí, pero en el último momento se echó atrás por consejo de su abogado.

Si hubiera podido hacerle una sola pregunta a Cursach, ¿Cuál le habría hecho?

¿Te vengarás? Ha pedido doscientos años de cárcel a quienes le acusaron; eso puede ser una manera de venganza para un señor de 70 años que se comió 14 meses de prisión en régimen de máxima seguridad.

Al final hay un último giro de guion: la requisa de los móviles a dos periodistas de la isla.

Fue uno de los grandes errores de la causa y que al final le costó el puesto a otro juez. Y volvió a darle una dimensión nacional a un caso que a esas alturas ya nadie entendía, así que de repente todos los medios volvieron a mirar a los juzgados de Palma. Aquello acojonó a mucha gente, y de hecho asociaciones de periodistas han introducido una petición en el Congreso para que por fin se legisle el secreto profesional.

¿Cursach es un mafioso o un honesto empresario hecho a sí mismo?

Le he conocido poco, pero creo que podría crear un perfil de esa persona. Es un tipo duro, que probablemente no ha actuado con honestidad en muchas ocasiones durante su crecimiento empresarial, pero que se ha dedicado a trabajar y trabajar en un negocio tan duro y complicado como la noche. Y a veces en la noche tienes que saber moverte en las sombras.

¿La verdad del caso Cursach es la verdad judicial?

Por el momento está la verdad judicial. Punto. Otra cosa es que la mitad de Mallorca se la crea. Pero los periodistas ya tenemos una verdad judicial y es la que tenemos que dar.

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