El Institut de Biomecànica arma al ejército contra el calor
El IBV de València y las empresas Fecsa y ECima desarrollan un traje de soldado que evita el estrés térmico al permitir la sudoración y facilitar la ventilación
El proyecto Terrmoconf está financiado por el Ministerio de Defensa

Resultado de las pruebas con cámara térmica sobre el prototipo de uniforme / Levante-EMV
Levante-EMV
Las operaciones extremas en desiertos, selvas tropicales, o con equipos de protección, son un desafío para el ejército ya que requieren de un adecuado equipamiento y capacidades para adaptarse. La exposición prolongada a temperaturas elevadas es causa de estrés térmico en el organismo, con consecuencias graves para la salud.
En este contexto, el Institut de Biomecànica (IBV) y las empresas textiles Fecsa y ECima, especializada en prendas técnicas de altas prestaciones, están desarrollando un sistema que permite a los soldados combatir el estrés térmico. Se trata de un traje, desarrollado en el marco del proyecto Termoconf, que permite evacuar el sudor a la vez que canaliza la circulación de aire y refrigera zonas críticas vitales. El proyecto cuenta con la financiación del Ministerio de Defensa

Un soldado durante las pruebas con el traje en el campus de la Politècnica / Levante-EMV
La indumentaria ha sido diseñada con materiales 3D y electrónica de bajo coste y evita que el combatiente experimente un estrés térmico que lo incapacite. En definitiva, mantiene el cuerdo seco y más fresco sin perder movilidad.
Problema crónico
Desde el IBV indicaron a Levante-EMV que este proyecto responde a un problema crónico de los soldados cuando han de afrontar operaciones en condiciones de altas temperaturas: soportar el calor sin renunciar a las exigencias de seguridad en el equipamiento. El traje está concebido para que pueda ser usado por cualquier militar.
De momento, el desarrollo de este proyecto está en fase de ensayos del prototipo, según el IBV. Desde este institutio, adscrito a la Universitat Politècnica de València, indicaron que el producto en estaría totalmente acabado y disponible a principios de 2024. No significa que esté ya operativo para ser utilizado. Dependería de plazos, decisiones y procedimientos adoptados por el Ministerio de Defensa u otras entidades competentes en permisos para la producción y comercialización.
Los textiles contra temperaturas extremas podrían usarse en profesiones expuestas a golpes de calor
Las pruebas realizadas con el prototipo se han efectuado en condiciones controladas en el laboratorio de Confort Térmico del IBV, que han permitido optimizar y adecuar el sistema a las actividades y requisitos de indumenaria, balística y carga habituales en el ejército español. En ese sentido pueden considerarse actuaciones reales, aunque no en combate.
Tests con hombres y mujeres
El resultado ha sido, aseguran, satisfactorio. De hecho, se hizo una prueba con cámara térmica que acreditó la reducción sustancial de la temperatura corporal del soldado. Los tests se han realizado tanto con hombres como mujeres con el objetivo de que la solución se valide contando con criterios antropométricos, térmicos, ergonómicos, morfológicos y de género. Todo el proceso está siendo supervisado de cerca por Defensa, para que las prendas cumplan con los estándares más exigentes de calidad y seguridad.
El director de innovación en Indumentaria de IBV, Juan Carlos González, destaca que «analizando la respuesta termorreguladora del cuerpo, a partir de una gran base de datos de la población española, y de la experimentación extrema con personal militar, el IBV ha creado una metodología que permite detectar pequeños cambios de temperatura y recrear un mapa corporal 3D para predecir y analizar su evolución».
La responsable de Proyectos de I+D en Fecsa, Gemma Romualdo, indicó que en su empresa trabajan «en la mejora continua de la indumentaria del combatiente para proporcionar una mayor protección y ergonomía para el soldado de a pie, que es el principal sistema de combate».
Textiles ligeros y permeables
«Se ha desarrollado también un nuevo equipo de combate con textiles ligeros, permeables y de altas prestaciones mecánicas que aportan al usuario una mejora en el confort térmico en ambientes extremadamente cálidos. Se conseguirá minimizar el estrés del combatiente para mantener sus capacidades tanto a nivel físico como psicológico en la toma de decisiones».
Esta solución podría ser traslada al ámbito civil, para su uso en actividades expuestas a elevadas temperaturas. Desde trabajos de construcción, actividades de limpieza, mantenimiento de calles o jardinería, caracterizados por ejecutarse en entornos exteriores, hasta otras ocupaciones donde la persona trabajadora está expuesta a una elevada carga térmica, como son los hornos industriales o la metalurgia, entre otros, podrían desempeñarse de forma que se redujese el riesgo de sufrir golpes de calor.
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