Red social y gestión emocional

¿Es la red social X buena para hablar de salud mental?

Los usuarios que hablan en primera persona se sienten arropados pero admiten que muchos contenidos son erróneos

Apuestan por una mayor regulación y constatan que la red ha ido perdiendo calidad

La utilidad de X, a debate.

La utilidad de X, a debate. / REDACCIÓN

Fidel Masreal

La decisión del Ayuntamiento de Barcelona de salir de X (antes Twitter) por su "escalada de desinformación", reabre el debate sobre si esta es una herramienta útil o no para la comunicación social. En materia de salud mental, el debate es todavía más intenso porque están en juego cuestiones vitales como el rigor, la intimidad y la pedagogía en este tipo de trastornos donde persiste todavía el estigma y los prejuicios. Noemí García, responsable de la cuenta Energía Nucelar, con 25 mil seguidores, relata una experiencia agridulce. Sufrió ansiedad y depresión. Lo compartió en X y hace un balance con pros y contras.

Cuando empecé a estar mal, lo utilizaba como un diario, te podías desahogar; en su momento me ayudó, hice amigos

Andrea

— — Activista en salud mental

"Una noche empecé a convulsionar, me ingresaron y el diagnóstico fue ansiedad y depresión debido a la presión en el trabajo que me generó estrés y me hizo petar", recuerda. Decidió compartirlo en un hilo de Twitter: "La reacción fue brutal, se viralizó y me contactó Ángel Martín para hacer una charla con él y se creó una comunidad chula en Twitter donde yo comentaba cómo me sentía cada día y la gente contaba sus problemas, me contactó muchísima gente pidiéndome recomendaciones psicológicas, también por Instagram...".

Andrea, activista de Obertament, cree que X es una manera de vehicular emociones: "Cuando empecé a estar mal, lo utilizaba como un diario, te podías desahogar; en su momento me ayudó, hice amigos". Recuerda que estaba enganchada a Twitter, y mucha gente se sintió identificada con ella. Se sintió acompañada y Twitter fue su "refugio".

Todo bien hasta que llegó el estigma

Hasta ahí la experiencia positiva. Que cambió cuando Noemí comenzó a hablar de la medicación que tomaba y de lo duro que era el tratamiento psicológico: "La gente empezó a criticar mucho la medicación, diciendo que afectaba mucho a la vida cotidiana, que era muy negativa, que las personas que se medicaban daban miedo... salió el estigma". Y eso afectó al proceso de recuperación psicológico de Noemí. "Cuando me dijeron que lo mío era crónico me acordé de todos esos comentarios negativos y dejé Twitter, no me apetecía ya compartir, llevo meses sin poner nada, a lo mejor por miedo a recibir algún comentario negativo". A Andrea le pasó lo mismo: "Se generan debates y todo el mundo se toma la libertad de opinar sobre tus cosas personales, es inevitable; tiene cosas buenas y cosas malas".

Cuando me dijeron que lo mío era crónico me acordé de todos esos comentarios negativos y dejé X, no me apetecía ya compartir

Noemí García

— — Autora de la cuenta Energía Nucelar en X

Noemí colabora con los activistas de Amb Experiència Pròpia está en proceso de recuperación psicológica, y en paro. Y a la pregunta de si recomienda la red X para hablar de los problemas propios salud mental, responde: "Depende de la persona, si no lo ha hecho nunca no se lo recomendaría porque puede ser abrumador, igual que recibes comentarios positivos recibirás de negativos, en mi caso fue chulo ver que no estábamos solos, creé el hashtag #hablamosdesaludmental, pero ahora diría que vayan con cautela y que consulten con su terapeuta porque conlleva una carga emocional importante". ¿Conclusión? "Yo creía que no, pero a largo plazo sí me ha afectado".

Noemí sí ve que X (Twitter) se ha empobrecido. "Antes era una mina de oro, con gente ingeniosa, ahora hay muchos más discursos de la derecha, creo que debería haber más control, algún tipo de moderador". Con todo, sí cree que las administraciones, entidades y hospitales deben seguir en X, porque pese al discurso actual crítico con la red, "mucha gente que dice que se va, luego vuelve. Siempre vuelven".

El balance de Andrea es que "sí, salían conversaciones, no útiles para la sociedad; útiles para mí, sí, de ahí saqué amigos con los que he hablado durante muchos años, a algunos los conocí en personas". Eso sí, hay que ser consciente de que "para mí, lo interesante de cualquier red social es leer experiencias de personas, pero no es una información fiable". Por eso, también cree que debería haber regulación porque se trata de un tema lo suficientemente serio. "De un cáncer no se habla así como así, pero en salud mental todo el mundo sabe los síntomas de la depresión, cómo es la esquizofrenia, y no es así". Tanto es así que Andrea accedió a ciertas páginas y perfiles que incluían métodos de autolesión. Algo nada pedagógico, por supuesto. Su visión de X es la misma que Noemí y tantos otros: que ha ido perdiendo rigor en los últimos tiempos.

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En una consulta general hecha este lunes, 27 de enero, las principales cuestiones relacionadas con la salud mental en la red X (antes Twitter), los resultados son una combinación de contenidos rigurosos y otros que probablemente no pasarían el filtro de los usos banales de las emociones.

En primer lugar, lo que aparece en la red es una cuenta con 194 seguidores y que genera contenidos tan banales como "desde que tengo paz mental yo no duermo, yo entro en coma" o "no es lo mismo que me des un like a que me des flores". Después, sí, aparecen webs con cierto rigor y, en especial, la de la Confederación Salud Mental España (la que agrupa a las entidades de personas usuarias y familiares).

Pero al observar los últimos comentarios en la red sobre la cuestión, entonces sí que se dispara una variedad extrema de mensajes, mayoritariamente visiones subjetivas de vivencias personales y muchas "recetas" o consejos sobre gestión emocional. Ahí cabe prácticamente todo y casi siempre sin citar ninguna referencia científica o estudio. Y por ello no es difícil hallar cuestiones muy contraproducentes para la pedagogía en esta materia tan sensible.

La palabra depresión todavía genera más disparidad de mensajes en X. Ahí conviven referencias a conferencias y a consejos de profesionales, junto a mensajes sin base como "recuerden esto: no necesitan terapia, necesitan medicamentos" u otros relacionados con el fútbol o la economía. En cuanto a la esquizofrenia, la situación es peor porque los videos banalizan situaciones cotidianas o supuestamente graciosas. El concepto 'psiquiatría' también genera una combinación de tuits en los que sí se ofrecen informaciones rigurosas, conviviendo con otros en los que se bromea sobre conceptos como el TDA o el TDAH. Pero todavía son los comentarios que generan las publicaciones serias. Ese es un terreno abonado a cualquier tipo de respuesta, sin filtro ni rigor.

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