Estudio del Instituto de las Mujeres

Más del 70% de las jóvenes españolas sufre comentarios machistas en internet, que expulsan al 10% de las redes

El ámbito digital perpetúa roles femeninos tradicionales, asociados a la familia, los cuidados o los espacios doméstico-afectivos y muestra 'superwoman', según un estudio del Ministerio de Igualdad

Imágenes de mujeres creadas con Inteligencia Artificial.

Imágenes de mujeres creadas con Inteligencia Artificial.

Patricia Martín

Las redes sociales han traído consigo avances en el feminismo, puesto que propician las narrativas feministas, favorecen el acceso a referentes igualitarios, ofrecen espacio para el activismo y visualizan modelos de feminidad que promueven la diversidad y los derechos de las mujeres. Pero el patriarcado coloniza el ámbito digital de tal manera, que perpetúa y amplifica los roles de género y la cultura de la violación, según se desprende del estudio 'Autopercepción de las mujeres en los nuevos entornos digitales', que ha presentado este miércoles el Instituto de las Mujeres, con la participación de la ministra de Igualdad, Ana Redondo.

La investigación, llevada a cabo con 1.068 encuestas y grupos de discusión con mujeres jóvenes -de 18 a 30 años- y expertos, revela que siete de cada diez españolas en esta franja de edad han sufrido comentarios indeseados sobre su físico o de contenido sexual y, en concreto, la mitad (el 58,8%) han sido directamente objeto de menosprecio, ataques e insultos machistas a través de internet. Las más jóvenes (de 18-24 años) se ven más afectadas por ello -y los sufren de manera más frecuente- que las jóvenes de 25 a 30 años.

Y las mujeres racializadas o con discapacidad se ven afectadas en mayor proporción y de manera más habitual que el resto de chicas de su edad. La mayoría reacciona bloqueando al agresor, el 71,2% en el caso de mensajes sexuales no deseados y el 69,1% ante mensajes misóginos. Pero pocas presentan denuncia ante las plataformas digitales o la policía. Y el hartazgo es tal, que el 10,6% indican que han abandonado las redes para evitar los ataques machistas, una decisión que toman en mayor medida las más afectadas: las de minorías étnicas o con discapacidad.

Dadas las respuestas de las mujeres encuestadas, el estudio concluye que la "violencia digital" es un fenómeno en expansión y que la manosfera, en referencia a la comunidad antifeminista en internet, "ha ganado fuerza en los últimos años y favorece el ejercicio de la violencia". "El machismo está más presente que nunca en las redes, a través del anonimato y es un machismo violento", ha denunciado la ministra de Igualdad, en la presentación del estudio.

Las consecuencias

Las consecuencias emocionales de este machismo, según la investigación, depende del nivel educativo y la edad de las víctimas. Las mujeres con menos estudios y más jóvenes son más vulnerables porque tienen menos estrategias de autoprotección y menos vinculación con feminismo. Pero la mayoría siente frustración, miedo, inseguridad, cansancio o indignación.

El estudio también indaga en cómo se ven representadas las mujeres en internet y cuál es su patrón de consumo digital. Y el resultado es que las redes reproducen estereotipos de género, de forma que las mujeres están más presentes en los ámbitos dedicados a la estética y la imagen corporal y menos en áreas tradicionalmente masculinizadas, como la tecnología o la ciencia.

Asimismo, internet perpetúa roles femeninos tradicionales, asociados a la familia, los cuidados o los espacios doméstico-afectivos. Y, según las jóvenes, las redes impulsan la figura de 'superwoman', en referencia a mujeres que realizan dobles jornadas para mantener los roles de proveedoras y cuidadoras, con un estándar físico y emocional "inverosímil" e "inalcanzable".

Según la percepción de las mujeres consultadas, las mujeres representadas son de estatus económico alto (60% está muy de acuerdo), generalmente mujeres delgadas (55%), sin discapacidad (55%) y no racializadas (52%). Además, casi la mitad de las encuestadas se muestra muy de cuerdo en que estas mujeres muestran su rostro o su cuerpo con filtros (el 44%) y que tienen operaciones estéticas (42%).  

La publicidad

Por otro lado, la publicidad en internet refuerza expectativas irreales sobre apariencia y comportamiento femenino, lo que tiene un impacto negativo en la salud de las mujeres. Las representaciones estandarizadas, tanto en la publicidad como en las redes, provocan insatisfacción corporal, trastornos alimentarios y problemas de salud mental, porque el 83% de las jóvenes admite que las redes las influyen en algún grado, en sus compras, estilo personal, ejercicio físico o alimentación.

Por todo ello, la investigación concluye que en el ámbito digital hay un "cambio limitado en los estereotipos" de género. "Hay mayor diversidad en la representación femenina pero esta es minoritaria y no es visible ni accesible para todas las mujeres". A juicio de las investigadoras, en los entornos digitales hay tensión entre la sexualización y mercantilización de la imagen de las mujeres, por un lado, y su empoderamiento, por otro. Por lo que las propias mujeres lo viven con ambivalencia y contradicciones.

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