Referente
Ivana Gasulla: "Hay que transmitir en los colegios que la ciencia no es aburrida; es apasionante"
Investigadora de la Universitat Politècnica de València, premio Frace al Joven Talento Científico Femenino

La reina Letizia e Ivana Gasulla. / Levante-EMV
Ivana Gasulla (Benetússer, 1981) ha sido una de las cuatro mujeres en recibir esta semana el Premio Frace al Joven Talento Científico Femenino, entre casi 400 candidatas menores de 45 años, y que entrega la Fundación Real Academia de Ciencias de España.
Es una de las 100 figuras más influyentes en el ámbito de la fotónica a nivel mundial. Trabaja en el Instituto de Investigación iTEAM de la UPV y da clase en la Escuela Politécnica Superior de la UPV en Gandia.
¿Qué supone haber recibido el reconocimiento?
Más allá del reconocimiento a una trayectoria profesional, siento que es un reflejo del esfuerzo y la dedicación de toda la gente que trabaja conmigo en el Grupo de Fotónica de la Instituto de Investigación iTEAM y también de la empresa en la que soy socia cofundadora, iPronics Programmable Photonics.
¿Es necesario un galardón para reconocer a investigadoras menores de 45 años?
Que te den el premio en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es muy conmovedor y ojalá sirva de ejemplo para motivar un poquito las vocaciones científicas, especialmente, entre las chicas. Ojalá llegase un día en el cual no tuviéramos que diferenciar entre premios para científicos o científicas, pero hoy por hoy sí que es necesario dar visibilidad y crear referentes para las niñas que están pensando en dedicarse a la ciencia o a la tecnología, pero igual no se ven capaces, porque no tienen referentes y creen que es un mundo dominado por hombres.
¿Qué le hubiera gustado saber de la carrera científica cuando era pequeña?
Tener más información porque es algo que en televisión, medios, redes sociales... no se suele ver. Ver más casos de científicos y científicas españoles y, además, jóvenes, que no sean el típico estereotipo de un científico mayor, con bata blanca, gafas y barba. Hace treinta años no teníamos esos ejemplos en un entorno cercano. Hoy, por suerte, hay personas como Sara García Alonso, astronauta de reserva.
¿Cree que ahora sí que están más presentes?
Vamos mostrando un poquito, pero queda muchísimo trabajo todavía en esa línea y sí que me gustaría que se diera más visibilidad y se mostrase más la ciencia, para que la gente más joven la vea como algo normal y que está ahí, que es alcanzable y se puede conseguir. Y con eso, otro de los grandes reclamos que hacemos muchos investigadores: se necesita financiación, ya no solo pública, también privada, para que la carrera científica no sea un maratón de fondo, con la incertidumbre siempre de qué va a ser de tu futuro y del de las personas que trabajan contigo, que es aún más importante.

Ivana Gasulla. / Levante-EMV
En cuanto a su carrera, ¿cómo acaba centrándose en la fotónica?
Siempre he sido una niña muy curiosa que quería entender cómo funcionaban las cosas, me gustaba cualquier campo científico, sobre todo la física y la tecnología, ordenadores, comunicaciones... Ya estudiando Ingeniería de Telecomunicaciones en la UPV me di cuenta de que la fotónica parecía el futuro, con los láseres y las fibras ópticas. Con el proyecto final, sin darme cuenta, me adentré en la carrera científica y me dejé llevar por la fotónica, que es la ciencia que estudia la luz.
¿Le fue fácil o difícil tomar la decisión de estudiar Telecomunicaciones? Siempre dicen que es una carrera complicada y muy masculinizada... ¿Le afectaba eso?
Así es, es una carrera muy masculinizada. Fíjate que cuando yo entré, en 1999, éramos pocas chicas, pero es que ahora todavía vemos menos. En mi caso, tenía claro que quería venir a la UPV para una ingeniería, pero me gustaban todas, también Arquitectura y Bellas Artes. Sentía curiosidad por todas y me sabía mal descartar algún campo, pero al final me decanté por las Telecomunicaciones. También es cierto que mi hermano la había estudiado -él estaba terminando cuando yo entré-, y conocía la carrera de primera mano.
Usted que es profesora universitaria, ¿cree que ahora hay menos chicas en estas carreras porque se llega tarde a la hora de fomentar estos estudios? Algunos expertos en educación apuntan que debe actuarse en Primaria, no en Secundaria...
Hay que empezar desde los más pequeñitos, enseñarles que la ciencia o la tecnología -o lo que quieran hacer- es tanto de chicos como de chicas, y que no haya diferenciación a la hora de jugar, en casa... en estos temas. Que se trate a todos por igual y cuidar, en este caso, a las niñas. Así que sí, coincido plenamente en que deberíamos focalizarnos más en el colegio, en ajustar el mensaje para que entiendan a qué nos dedicamos y lo apasionante que puede ser la carrera. Hay que transmitirles también que la ciencia no es aburrida, que es divertida, es experimentar, es viajar, es conocer personas... que entiendan la pasión que hay detrás.
¿En qué se pueden concretar sus investigaciones sobre las microondas o la fibra óptica?
Las comunicaciones de hoy en día que denominamos de banda ancha existen gracias a que detrás, aunque no lo veamos, hay una fibra óptica. Investigamos en nuevos tipos que puedan aumentar la capacidad de transmisión y esa velocidad que todos demandamos y que vamos necesitando, cada vez más. La verdad es que la fotónica en sí se puede aplicar a muchísimos campos, también al sector energético, a la salud y a la biomedicina, a la defensa... además de a las comunicaciones móviles, al 6G y a lo que venga detrás. También es muy importante para dar soporte a sistemas de Inteligencia Artificial.
Además del Premio Frace al Joven Talento Científico Femenino, otro de los hitos que ha conseguido ha sido aparecer en la lista The Photonics100 de 2025. ¿Qué cree que le ha llevado a estar en esa lista?
¡Buena pregunta! [ríe]. Creo que la investigación en estos nuevos tipos de fibras ópticas especiales, que sobre todo impulsó un proyecto europeo - el Consolidator Grant, que da el Consejo Europeo de Innovación-, y ha cubierto seis años de mi carrera. Fue primordial en mi carrera e impulsó la creación de mi propio grupo de investigación. También por el hecho de ser una de las socias cofundadoras de la spin-off que se lanzó a finales de 2019 y que en cinco años ha crecido mucho, y ha conseguido mucha financiación pública y privada. Creo que es algo que también vieron a la hora de incluirme en la lista: no solo mi perfil investigador, sino también mi perfil de transferencia de tecnología.
¿Cómo de importante es la transferencia de conocimiento de la universidad a la sociedad?
Es muy importante. No podemos olvidar que trabajo en una universidad pública y en un instituto de investigación público, y nos debemos a la sociedad. No hay nada más bonito que ver que la investigación que hacemos tiene un reflejo en la sociedad, que crea una empresa, empleo… es cerrar un poco el círculo y devolver a la sociedad todo lo que ha invertido en la universidad y en el centro de investigación.
- La plaza de Toros y Renfe responden al ayuntamiento por el colapso en la mascletà
- Dieta del agua: Cómo adelgazar varios kilos a la semana y no pasar hambre
- Familiar de una víctima de la residencia de Paiporta: “No siguieron los protocolos, estaban cenando en la planta baja”
- Cristina Aristoy (Singularu): 'Lo que Zara ha hecho con la ropa, nosotros queremos hacerlo con las joyas
- Saqueo' a las flores de la ofrenda a la Virgen
- Buscan a un hombre tras apuñalar a su novia en Paiporta
- Mazón deja sin gastar 300 de los 700 millones autorizados por el Gobierno para la dana en 2024
- Borja Jiménez: 'Fue un milagro, el rey vino a verme a la enfermería