Sanidad pública

Curada de cáncer de mama y de insuficiencia cardiaca en Sant Pau: "No hizo falta trasplantarme"

El hospital barcelonés logra un hito en España: retirar un dispositivo de asistencia ventricular izquierda a una paciente y evitarle un trasplante de corazón

La paciente, Silvia Cabrera, entre los doctores Laura López y Manel Tauron.

La paciente, Silvia Cabrera, entre los doctores Laura López y Manel Tauron. / Ferran Nadeu

Beatriz Pérez

Barcelona

En marzo de 2018, a Silvia Cabrera le diagnosticaron un cáncer de mamaTenía 42 años. La buena noticia es que se lo detectaron "muy pronto". La mala, todo lo que estaba por venir. "Cumplí los 43 en la uci de Sant Pau", relata a EL PERIÓDICO. Y no por el tumor: la toxicidad de la medicación le causó una insuficiencia cardiaca grave. Necesitaba un trasplante de corazón.

"Al estar todavía en tratamiento oncológico no me quisieron trasplantar, por lo que me pusieron un 'Heartmate 3', un corazón mecánico que hacía la función de bomba de mi ventrículo izquierdo mientras no me podían trasplantar", añade. Era diciembre de 2018, nueve meses después de la detección del cáncer. Sin embargo, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, en Barcelona, ha logrado retirarle con éxito este corazón mecánico a la paciente sin necesidad de trasplantarla después. Es la primera vez que se hace algo así en España.

"Lo novedoso de este caso es que se ha podido retirar este dispositivo sin trasplante. Los corazones artificiales del ventrículo izquierdo, la mayoría de las veces, se colocan cuando el corazón no tiene ya capacidad para recuperarse. Es un 'puente' para el trasplante. Se lo ponemos al paciente para, automáticamente, meterlo en la lista de espera para trasplantar después", cuenta el cirujano cardiaco Manel Tauron.

Pero Silvia se recuperó. Y ahora, un año y medio después de que le retirasen este dispositivo (ocurrió el 13 de junio de 2023), su corazón funciona "al 100%", según explica ella misma. "Estoy curada del cáncer y de la insuficiencia cardiaca. Aún tomo medicación para esto último... Y no hago mucho ejercicio cardiaco, pero por lo demás hago vida normal", asegura. Tiene dos hijas, de 8 y 13 años. Y estuvo cinco años viviendo gracias a ese corazón mecánico que ahora ya no necesita. Un 'Heartmate 3' cuesta unos 100.000 euros a la sanidad pública.

Un "puente" hacia la recuperación

El 'Heartmate 3' es un dispositivo de asistencia ventricular izquierda que bombea la sangre de forma continua hacia el resto del cuerpo. Funciona conectado con un tubo (que sale por debajo de las costillas del paciente) a una unidad de control y batería que están guardadas en un pequeño bolso. Pesa unos dos kilos y de su funcionamiento depende el latido del corazón de quien lo lleva. Los pacientes, que no pueden vivir sin este dispositivo, acaban siendo trasplantados de corazón. Pero hay excepciones.

"En algunas patologías concretas se puede colocar este dispositivo y, como hace que el corazón trabaje un poco menos, el órgano tiene capacidad de recuperarse. Nosotros, con algunas pruebas podemos ver cómo trabaja el corazón y si se puede retirar el 'Heartmate 3'", apunta el doctor Tauron. Fue lo que le ocurrió a Silvia Cabrera.

Su caso es el primero en España, pero no en Europa o EEUU, donde se utilizan a menudo estos dispositivos como "puente de recuperación de la función cardíaca" y no solo como puente al trasplante. En el caso de Silvia, prosigue Tauron, "seguramente algunos daños de la quimioterapia eran reversibles".

"Cuando evaluamos si su corazón podía trabajar solo, vimos que lo hacía muy bien e hicimos más pruebas hasta retirarle el dispositivo". El caso de esta paciente, que se declara "infinitamente agradecida" a Sant Pau, "abre la puerta", en España, "a utilizar estos dispositivos como paso hacia la recuperación de la función cardiaca y evitar así el trasplante".

Evitar el trasplante, un "plus"

Evitar el trasplante, prosigue el ciruajo cardíaco, es un "plus": los pacientes trasplantados necesitan una medicación crónica. "El trasplante cardiaco es un tratamiento que funciona muy bien, pero siempre que podemos intentamos evitarlo o retrasarlo lo máximo posible. El corazón de Silvia ha quedado funcionando de manera muy buena y eso es preferible a un corazón extraño", dice Tauron.

Como explica la cardióloga Laura López, algunos fármacos para tratar el cáncer "pueden tener efectos secundarios" en el corazón. "Hacemos una valoración previa para ver el riesgo que tiene el paciente para presentar estos efectos secundarios. Si se detectan pequeñas alteraciones a nivel cardiovascular, se intenta preservar el tratamiento oncológico. Si aparecen efectos secundarios, es cuando entra en juego el cardiólogo", añade López.

Monitorizar la salud cardiovascular de los pacientes con cáncer es muy importante porque se ha visto que tienen "más riesgo cardiovascular a largo plazo".

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